domingo, 13 de febrero de 2011

Don Antonio Hurtado de Mendoza: Comendador , poeta y dramaturgo

Antonio Hurtado de Mendoza y Larrea, nació en Castro Urdiales en 1586 y murió en Madrid en 1644.Poeta y dramaturgo, que gozó de gran fama en su tiempo.

Compartió su trabajo con los grandes del Siglo de Oro Español, como su colaboración con Francisco de Quevedo en la obra "Quien más miente, más medra" en 1631. Escribió la comedia "Querer por solo querer" dedicada a la reina lo que le valió, junto con el apoyo del Conde-Duque de Olivares, ser nombrado Secretario Real en 1624 y convertirse en el "poeta oficial" de la Corte de Felipe IV. Fue Señor de Villar del Olmo (Madrid), Secretario de Cámara y Justicia y Secretario del Santo Oficio. También se le nombró miembro de las Órdenes Militares de Santiago y Calatrava.

Las dotes literarias y servilismo fueron muy apreciados por el conde-duque de Olivares, del que fue sus ojos y oidos. Era llamado "El Discreto de Palacio" y Góngora le llamó "El Aseado Lego".  Elliott le considera "poeta de cámara". 


Escribió una Loa a la Virgen del Rosario, en torno a Agudo. Es bastante interesante , destaca la antigüedad de la Cofradía del Rosario (que data de 1570)  y cita a personajes del momento, como el ánimo y valor de sus  dos Alcaldes,  las virtudes del Licenciado Martín López  , la nobleza de Bartolomé Muñoz  y al famoso   Prior  Frey Juan Mença (Juan Mexía)


Loa de la Virgen

82 r. Loa nº 12.)

    Si la Loa es alabanza,
¡quién la merece mejor
que el Rosario, escala hermosa,
desde el hombre para Dios?
   Va de Loa y sólo alabo
sólo a Vos, Virgen, que sois
puerta de nuestra divina
milagrosa redención.
  Vos, cuyo Santo Rosario
es de tal alto valor
que Dios nada negar puede
como se pida por Vos.
   Entre los nombres divinos
que os damos los hombre hay
Virgen Santa el del Rosal
se lleva a todos la flor.
    En estas cuentas Dios mismo
toda su gracia sumó
que montar valen, y alcanzan
su poder y su perdon.
   Aquella escala famosa
que llena de luz miró
el valiente, el perseguido,
el tierno amante Jacob.
   Que bajaban y subían
vestidos de resplandor
ángeles que suspendieron
la vista, el alma y la voz.
   Fue símbolo del Rosario
que por él baja el favor
de Dios al hombre y del hombre
a Dios sube la oración.
   Hombres, oid del Rosario
las excelencias, que yo
no puedo con ruda lengua
deciros cuán altas son.
   De los naufragios del mundo
es tabla en que el pescador
toma puerto, y libre sale
del mar terrible y feroz.
   En las tinieblas humanas
es luz clara y superior,
que el alma ciega encamina
a las regiones del sol.
   En las guerras del demonio
es fuerte escudo y blasón
con que sale de tan grandes
enemigos, vencedor.
   Del perdido caminante
en su mismo necio ardor
es gula, es salud, es norte
dentro de su corazón.
   Quien de estas armas divinas
cuerpo y alma no adornó
soldado no ha de llamarse
de la milicia de Dios.
   Y el pueblo que no celebra
con santa demostración,
con infinita alegría
aplauso, gusto y amor,
   esta fiesta, qué mal cumple
con la heroica obligación
de cristiano agradecido,
de católico español.
   Esta generosa Villa
de la encomienda mayor,
y la mayor en virtud,
en piedad y en devoción,
   hoy hace famosas fiestas,
donde el ánimo y valor
de los dos nobles Alcaldes
resplandece con razón.
   El Licenciado Martín
López, heroico varón
por sus letras y virtudes,
y Bartolomé Muñoz,
    ilustre por su nobleza,
mostrando en esta ocasión
la grandeza de este puesto
y la gloria de los dos,
   el Licenciado Fr. Juan
Mença, discreto Prior
de esta Parroquia y famoso
en toda su religión.
    Por su Cruz de Calatrava,
del quien el moro tembló,
al gran Patriarca Benito
tiene también por Patrón.
   Que del divino Rosario
tan devoto se mostró
que fue de su Cofradía
el primero fundador.
    Ilustre Villa de Agudo,
si el claro nombre que os doy
tuviera, y fuera mi pluma
española admiración,
   en vuestra eterna alabanza
la ocupara, que es menor
que el mérito , porque en todo
grande, rica y noble sois.
    Ea, famosos vasallos,
la vida, el alma, el honor
en que a la par de los siglos
crece nuestra devoción.
   Haya fiestas, danzas, bailes,
con verdad y con primor,
y todo sea famoso
donde nace y muere el sol.
    Y ahora, par empezar
la comedia, os pido yo
a todos que os guarde el cielo
favor, licencia y perdón






martes, 1 de febrero de 2011

Un irlandés en Agudo: el capitán Don Cristobal Nugencio ( Christopher Nugent)

El 13 de Abril de 1664 murió en esta villa de Agudo, el Capitán Don Cristobal Nugencio que tenía plaza de entretenido en la Compañia de Corazas de las Guardias de su Alteza. Natural que dijo ser de Lisnadegh, del Condado de Longfort  , baronía de Ardagh , en el reino de Irlanda.  Recibió todos los santos sacramentos y por testamento otorgado ante Juan Alcón, escribano de esta villa en siete del dicho mes y año, mandó se dijesen por su alma y obligaciones cien misas en esta villa de Agudo, otras cien misas en el Colegio de San Patricio de Madrid ... y otras cuatrocientas misas que se dijesen en el reino de Irlanda  en el dicho lugar, y que don Francisco Nugencio, su hermano, las pagase. Nombró sus albaceas  para esta villa de Agudo al Licenciado Don Diego Montano de Yegros y por Madrid a Don Guillermo Nugencio (William Nugent) su primo , Rector de dicho colegio y a Doña María de ni' Danorem su mujer, residente en Madrid, y para Irlanda a la dicha su mujer y al dicho Don Fulgencio y para albacea en todas partes donde se hallare al Capitán Don Guillermo Orsini? que asiste en dicha compañía. ..... Fue enterrado en la parroquia de San Benito en el tramo 2, sepultura 1.

¿Pero que hacía un irlandés en Agudo ?

La presencia de soldados irlandeses en los ejércitos de la Monarquía de España se remonta al siglo XVI, cuando Enrique VIII de Inglaterra se autoproclamó Rey de Irlanda en 1541, y especialmente con Isabel I Tudor con su política conquistadora de la isla y de implantación del protestantismo. Se produjo entonces un exilio masivo de irlandeses hacia España buscando refugio y apoyo para oponerse  a Inglaterra. 
En su momento, se llegaron a considerar a los irlandeses como unos "españoles del norte". Según las últimas fuentes, se calcula un número aproximado de 2.000 irlandeses durante el siglo XVI y unos 30.000 soldados durante los siglos XVII y XVIII. 

Para el periodo que nos ocupa, indicar que que también fue significativa la presencia de unidades irlandesas en las campañas del Marqués de Spínola en Flandes y del Cardenal Infante en Flandes y en la Guerra de los Treinta Años. En 1635 se pueden contar hasta cuatro regimientos de irlandeses. 

Muchas de las tropas irlandesas al servicio de España volvieron a Irlanda al estallar la Rebelión irlandesa de 1641, y pasaron a engrosar las filas de la Irlanda confederada durante la guerra. Cuando los ejércitos confederados fueron derrotados por el New Model Army e Irlanda fue totalmente sometida tras la conquista de Oliver Cromwell, miles de soldados huyeron de la isla.




En los frentes de Cataluña y Portugal aparecen irlandeses desde los inicios de las revueltas,  a partir de 1640. Existe documentación sobre el tercio de irlandeses en el frente luso en 1662 bajo las órdenes de don Juan  José de Austria. 

Al finalizar la Guerra de Cataluña en 1659, el frente de batalla se desplazó a Portugal. Ya en 1657, los portugueses habían cercado Badajoz, y en 1658 Felipe IV en una carta enviada al concejo de Ciudad Real, solicita tropas de infantería y caballería para cubrir las necesidades del frente. Consiguió romper el cerco pero fueron derrotados en Elvás. En 1663 Felipe IV decide cambiar el sistema de reclutamiento y ordena que se formen cinco tercios provinciales de 1.000 soldados, del que uno debe ser reclutado o pagado por la ciudad de Toledo y su reino, donde están incluidos los maestrazgos de las Ordenes en la Mancha.  

Los alojamientos de tropas siempre habían sido un foco de conflictos para los pueblos debido a la pesada carga económica que suponía, unido a los excesos de los soldados con la población, lo que ya había provocado varios conflictos en la Mancha. Pero será el desplazamiento del conflicto de Cataluña a Portugal en 1657, lo que hará que por su proximidad geográfica, fueran continuos los alojamientos de soldados del ejército de Extremadura en La Mancha, con los ingentes gastos que ello suponía a las poblaciones que debían soportarlos, siendo mayores si eran tropas de caballería, pues se debía mantener también a los caballos.  

Además, se añadieron mas cargas, como tener que entregar cereales al ejército, cuando escaseaba el necesario para sus habitantes y animales. Así por ejemplo, en 1669 , dada la escasez de caballos, éstos se reservan para el ejército, lo que provoca la disminución de buenas caballerías para el trabajo agrícola.  Ese año en Agudo fallecieron 89 personas, casi el doble de lo normal, siendo 23 hombres, 9 mujeres y !!! 53 Párvulos !!!!. 

El conflicto con Portugal terminará en febrero de 1668, cuando se reconoce su independencia, dando fin a un largo periodo de más de treinta años de inestabilidad.


Es en este contexto donde aparece nuestro personaje, el Capitán Don Cristobal Nugencio , en inglés  Christopher Nugent, como capitán de una compañía de corazas en Agudo. 

Los caballos coraza eran unos soldados que combatían con pistola y espada, fuertemente armados con una coraza de tres cuartos. Se convirtieron en el pilar de la caballería en la segunda mitad del siglo XVII.

Colegio de San Patricio

En el registro del archivo parroquial aparece mencionado el Colegio de San Patricio  regido por su primo, Don Guillermo Nugencio (William Nugent). El Colegio irlandés de San Patricio fue fundado en 1629 por Theobald Stapleton y estaba situado en la Calle del Humilladero, cerca de la Calle Toledo, actual Calle de los Irlandeses. Su objetivo era la formación de sacerdotes seculares con el fin de que pudieran volver a Irlanda y ayudar a los católicos irlandeses.

Curiosidades

Tan solo trece días depués del fallecimiento de Don Cristobal Nugencio, el día 26 de Abril de 1664, aparece registrado en el libro de defunciones  otro soldado irlandés, llamado Dionisio  , fue el criado de Don Cristobal. Falleció pobre, en el Hospital de Agudo. 

Y por último, otro dato que corrobora el alojamiento de tropas en estos pueblos en su paso hacia el conflicto de Portugal es el  registro del fallecimiento de dos soldados grisones,  suizos, los días 14 y 23 de Abril de 1665. 




Fuentes:

- Fundación Española de Historia Moderna. Reunión científica, Francisco Jose Aranda Pérez: " La declinación de la monarquía hispánica en el siglo XVII", Universidad de Castilla -La Mancha, 2004
- Enrique García Hernán: "Irlandeses en el Ejército Español", CSIC Instituto de Historia, Boletín Informativo del Sistema Archivístico de la Defensa, nº 15, Julio 2008.
- Enrique García Hernán: "El Colegio de San Patricio de los Irlandeses de Madrid (1621-1937)", Instituto de Historia (CSIC)
- Archivo Parroquial de Agudo