martes, 28 de septiembre de 2010

Historia de los Registros Parroquiales

El Cardenal Cisneros vio la necesidad de una reforma de la Iglesia, y una de las medidas precursoras que adoptó fue la definición de unas normas que permitieran a los Arzobispos de cada diócesis, conocer el estado de sus fieles gracias a una especie de estadísticas que serían confeccionadas por los párrocos.


Cisneros aconseja que los párrocos hagan un registro de los bautizados en sus iglesias, donde figure además el nombre de los padres y padrinos. También, otro registro con los nombres de los matrimonios, hijos, y si cumplían o no con el precepto pascual. 

Estas ideas tuvieron gran influencia en el Concilio de Trento,  y  supuso un cambio radical en la vida religiosa de los feligreses , las tareas de los párrocos, de las órdenes religiosas ...  La parroquia adopta un papel primordial en la vida de las personas. 

El Concilio de Trento establece de forma obligatoria que los párrocos de las iglesias mantuvieran los registros necesarios de su oficio. En España, Felipe II establece el  Decreto el 12 de julio de 1564, y es a partir de esta fecha, cuando los registros se generalizan.

Los libros sacramentales son: Bautismo, defunción, confirmación, matrimonio y cumplimiento pascual. Además, existen otros libros, como son los de Fábrica, Cofradía...

En los libros de Bautismo se registraban todos los nacidos.Se anotaba la fecha de nacimiento, el nombre del padre, de la madre, los abuelos paternos, los abuelos maternos,el lugar de procedencia, los padrinos y de los testigos.


Al principio solo se anotaban los nombres de los padres, por lo que se pierde el dato de su procedencia.


En los libros de Matrimonio  aparecen dos tipos de anotaciones: el Desposorio y las Velaciones. El Desposorio es como la declaración de intenciones y compromiso formal de la pareja antes de contraer el matrimonio. La Velación, era un acto en el que se pasaba un velo por la cabeza de la novia y por el hombro del Novio. Vendría a ser la ceremonia de matrimonio actual. En los registros, se puede comprobar como los parrocos anotan un tipo u otro, y por ejemplo, debajo de un Desposorio, apuntan el año en que se produjo la Velación.
Con el paso del tiempo, la mayoría de las ceremonias celebran los dos actos a la vez.
También era muy habitual la petición de Dispensas, ya que no se permitía la ceremonia cuando existían algún tipo de relación familiar.
Aquí aparece el nombre del marido, el de la esposa,  los padres paternos y maternos (indicando si estaban vivos en ese momento o no)  , su procedencia y los testigos.


Posteriormente, se añade la edad de cada contrayente y su oficio.


En los libros de Defunciones aparece la fecha de su muerte y de la unción , si ha sido posible la confesión y si se le ha administrado la comunión. En muchas ocasiones se indica si es pobre, dado que en las Disposiciones Testamentarias, y en función de su economía, solicitaba misas póstumas por su alma y la de sus antepasados, rezo de responsos, asistencia de la Cofradía a la que perteneciera, Misa cantada.... Así vemos, que algunos solicitaban 1000 misas.


Raramente se menciona el motivo de la muerte, aunque en registros posteriores a 1880 si aparece.
En ocasiones también se indica el lugar donde recibieron sepultura, siendo lo normal en el interior de la Iglesia, de la Ermita o alrededores. Esta práctica comienza a cambiar a partir del siglo XIX, y sobre todo en el siglo XX tras la pandemia de 1919.


En 1871 aparecen los Registros Civiles, donde también se registran estos datos. 


Nota: Iré publicando mas artículos relacionados con el Archivo Parroquial de Agudo, y he preferido empezar con esta introducción para poder comprender mejor la información que aparece en los libros.
Me he basado en un artículo que me ha parecido excelente de Angela Melero en MundoHistoria.





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