El movimiento carlista se desarrolló desde 1833 hasta 1876, con diferentes altibajos y momentos álgidos.
Desde el principio del conflicto, las facciones carlistas encontraron un destacado apoyo en la Provincia de Ciudad Real. El movimiento será apoyado por muchos alcaldes y clérigos y también por los campesinos; unos porque ven peligrar sus privilegios con el liberalismo y otros posiblemente esperando una reforma agraria.
Además, la geografía favorecerá al movimiento carlista en Ciudad Real, en nuestro caso, por la dificultad que ofrecen los Montes de Toledo, que se constituirá en el núcleo principal de formación , reunión y operación de las partidas. Estará delimitado por el curso del rio Guadiana, otros pequeños como Estena, Bullaque, Navas, ..., y los numerosos puertos y sierras que servirán de refugio para las partidas, conviertíendose en un laberinto impenetrable.
Las partidas podían atacar en incursiones rápidas a los pueblos vecinos, obtener subsistencias o el dinero para sobrevivir. Esto lleva también un fenómeno asociado, y es el bandolerismo.
La primera partida que empieza a actuar en la zona de los Montes de Toledo será la de Don Eugenio Ibarba, que causó grandes daños en muchos pueblos. Tras su muerte en 1834, le sustituye Manuel Adame, "el locho", que durante la guerra con los franceses de 1808 , había formado parte de la partida de Don Ventura Jiménez y posteriormente, se encargará de la partida de nuestro paisano Don Alejandro Fernández ( ver Partida de Alejandro Fernández ). Tras morir Fernando VII, conspirará como otros muchos y será recluído en prisión. Tras escaparse formará la partida y se establece en los Montes de Toledo.
Además, la geografía favorecerá al movimiento carlista en Ciudad Real, en nuestro caso, por la dificultad que ofrecen los Montes de Toledo, que se constituirá en el núcleo principal de formación , reunión y operación de las partidas. Estará delimitado por el curso del rio Guadiana, otros pequeños como Estena, Bullaque, Navas, ..., y los numerosos puertos y sierras que servirán de refugio para las partidas, conviertíendose en un laberinto impenetrable.
Las partidas podían atacar en incursiones rápidas a los pueblos vecinos, obtener subsistencias o el dinero para sobrevivir. Esto lleva también un fenómeno asociado, y es el bandolerismo.
La primera partida que empieza a actuar en la zona de los Montes de Toledo será la de Don Eugenio Ibarba, que causó grandes daños en muchos pueblos. Tras su muerte en 1834, le sustituye Manuel Adame, "el locho", que durante la guerra con los franceses de 1808 , había formado parte de la partida de Don Ventura Jiménez y posteriormente, se encargará de la partida de nuestro paisano Don Alejandro Fernández ( ver Partida de Alejandro Fernández ). Tras morir Fernando VII, conspirará como otros muchos y será recluído en prisión. Tras escaparse formará la partida y se establece en los Montes de Toledo.
Otros cabecillas serán : Benito Cuerco, conocido como el Lobito, Froilán Calero, el Junco, el Chaleco, el Palillos y la partida de Don Mariano Peco, que tendría una gran movilidad en Ciudad Real y en Extremadura.
Las Diputaciones Provinciales se configuraron precisamente durante la Primera Guerra Carlista (1833-1839), y a través de los Boletines Oficiales, se iba ofreciendo información sobre lo que iba ocurriendo.
En Extremadura hubo importantes acciones como el saqueo de Trujillo en1835 y el del Castilblanco en 1836, por parte de estas partidas que estaban en los Montes de Toledo. Estas acciones violentas de las partidas desencadenaron la represión por el ejército liberal. Así por ejemplo, está la orden del 26 de Diciembre de 1835, del recién nombrado comandante general de la línea de Extremadura con la Mancha, coronel Jorge Flinter, redactada desde el cuartel general de Siruela.
En los Boletines Oficiales de Badajoz podemos ver partes de guerra como éste:
"El coronel Don Jorge Flinter, comandante general de la línea de la Mancha, en oficio de dos del corriente me da parte de que, teniendo noticias que las facciones trataban de reunirse, dispuso la salida de una columna de 300 infantes y 25 caballos desde Agudo sobre la Pueblezuela en la misma noche, mientras él, con otra de 250 de infantería y 25 caballos se dirigiá sobre Navalpino, Fontanalejo y montes vecinos, y otra de igual fuerza sobre Horcajo, cuyo movimiento simultáneo se dirigía a sorprender muchos puntos a un mismo tiempo, estando a las tres de la madrugada en su respectivo destino...."
Las secuelas de la represión quedan reflejadas en los partes con un caracter ejemplarizante para instigar a la denuncia de carlitas. El día 12 de enero de 1836 , el Gobierno Civil publicó una circular en la que se recogía la información remitida por el juez del partido de Herrera del Duque :
"el señor coronel comandante general de la línea, cuyo celo es infatigable, consiguió hacer preso, en la noche del 3, al presbítero don Angel Díaz del Castillo, uno de los mejores tiradores con que contaba la facción del Peco, que se hallaba oculto en una casa de la villa de Agudo, su vecindad. Supo de él noticias interesantes respecto de aquella y probado ya su delito iba a ser fusilado para escarmiento de aquel infame pueblo , cuna y foco principal de la facción rebelde. Añade que en el día 6 fue fusilado el famoso espía Tiburcio Ramírez, de la misma vecindad, aprendido en la noche del 5 con dos facciosos más que han hecho utilísimos descubrimientos. Que dicho señor coronel tiene además presos e incomunicados a varios satélites de aquel pueblo, cuyas declaraciones sin duda favorecerán el plan de averiguaciones con que se ha propuesto exterminar la facción con el tino y acierto que forman su carácter, en el que que se descubre muy luego su pericia militar y sus conocimientos superiores a todo elogio".
Según se deduce de ésta circular, mandaron fusilar al presbítero Don Angel Díaz del Castillo y a Tiburcio Ramírez, también habla de mas detenciones realizadas en el pueblo pero no sabemos el resultado.
- Manuela Asensio Rubio , "El Carlismo en la Provincia de Ciudad Real 1833-1876", Biblioteca de Autores Manchegos,Diputación de Ciudad Real, 1987
- Ventura Leblic García y Juan José Fernández Delgado, "Golfines, Bandoleros y Maquis en los Montes de Toledo", ediciones Cobarrubias, 2008.
- XII Jornadas de Historia Militar. Luis Vicente Pelegrí Pedrosa, "Los Boletines Provinciales como fuente de información para la primera guerra carlita", año 2004, tomo I.
- Boletín Oficial de Badajoz dia 12 de Enero de 1836