El Orejudo es uno de los rincones más bellos y singulares que tenemos en Agudo, comenzaremos esta historia situándonos en el pilar de arriba, el depósito de agua y la fuente vieja.
Es muy posible que el origen de Agudo tuviera lugar a partir de aquí, junto al manantial de agua. Por tanto, es lógico que surgieran aquí las fuentes mas antiguas que suministraban agua al pueblo. Una de las fuentes llevaba el agua directamente a la casa Palacio de la Encomienda Mayor, pero se perdió en tiempos del comendador mayor Padilla (ver Reparos de la encomienda mayor en Agudo, 1550).
Había dos fuentes, cruciales para la vida en el pueblo. Los administradores de la Encomienda Mayor y los alcaldes tenían entre sus funciones mantenerlas. Así aparece reflejado en varios documentos, como, por ejemplo, los gastos de mantenimiento que cobró el albañil Juan de Fuentes en 1619 y 1620, en las fuentes de las Guardas y la del Orejudo.
La fuente de las Guardas fue cedida en 1574 por el comendador Mayor don Fadrique de Toledo, Duque de Alba, al concejo de Agudo. Con su agua se construyó una alberca en el egido de San Juan.
Cuando salía un administrador de la Encomienda Mayor y entraba otro nuevo, se producía lo que se llamaba un "juicio de Residencia". Aquí, se evaluaban todos los bienes que había recibido el administrador saliente y el estado en que los dejaba. En 1633, el administrador saliente don Juan de Castro es acusado por el nuevo Gobernador don Rodrigo Ordóñez de haber descuidado las fuentes:
"A la veinte y cuatro pregunta dijo que dos fuentes que tiene en la villa que son muy buenas y de a donde se gobierna todo este lugar, no ha tenido cuidado de conservarlas ni repararlas el dicho Don Juan de Castro ni la Justicia y regimiento de esta villa y están muy deterioradas por su descuido, de tal forma que han llegado a no tener agua por cuya causa ha venido daño a la república y por el mismo descuido ha faltado el agua en los lavaderos de la ropa blanca y ha sido inconveniente por ser forzoso y las mujeres a lavar en otras partes no a propósito y esto lo sabe por que ha visto y es notorio"
Había dos fuentes, cruciales para la vida en el pueblo. Los administradores de la Encomienda Mayor y los alcaldes tenían entre sus funciones mantenerlas. Así aparece reflejado en varios documentos, como, por ejemplo, los gastos de mantenimiento que cobró el albañil Juan de Fuentes en 1619 y 1620, en las fuentes de las Guardas y la del Orejudo.
La fuente de las Guardas fue cedida en 1574 por el comendador Mayor don Fadrique de Toledo, Duque de Alba, al concejo de Agudo. Con su agua se construyó una alberca en el egido de San Juan.
Cuando salía un administrador de la Encomienda Mayor y entraba otro nuevo, se producía lo que se llamaba un "juicio de Residencia". Aquí, se evaluaban todos los bienes que había recibido el administrador saliente y el estado en que los dejaba. En 1633, el administrador saliente don Juan de Castro es acusado por el nuevo Gobernador don Rodrigo Ordóñez de haber descuidado las fuentes:
"A la veinte y cuatro pregunta dijo que dos fuentes que tiene en la villa que son muy buenas y de a donde se gobierna todo este lugar, no ha tenido cuidado de conservarlas ni repararlas el dicho Don Juan de Castro ni la Justicia y regimiento de esta villa y están muy deterioradas por su descuido, de tal forma que han llegado a no tener agua por cuya causa ha venido daño a la república y por el mismo descuido ha faltado el agua en los lavaderos de la ropa blanca y ha sido inconveniente por ser forzoso y las mujeres a lavar en otras partes no a propósito y esto lo sabe por que ha visto y es notorio"
La gestión de los recursos hídricos irá transformando el paisaje. A lo largo de los años, se irán sucediendo en este paraje viñas de primera calidad, huertas, árboles frutales, acequias, aljibes, pilares, albercas y lavaderos. También aparecen ciertas actividades industriales como dos hornos para cocer teja y una tenería.
En este mapa topográfico de 1887, aparecen dos depósitos de agua para el abastecimiento del pueblo: el depósito de aguas del caño y el depósito de aguas de la Fuente, en el Orejudo.
Detalle mapa topográfico de 1887 - Agudo |
También corresponden a esta vertiente otros arroyos, como son: arroyo del Fresno, arroyo del Guijo, arroyo de las Campanas, arroyo de Valciego , y el arroyo y la fuente del Chorrillo.
Depósito del Orejudo |
En el interesante plano urbano de Agudo de 1885 (que pondré próximamente en otra entrada), aparece como era esta zona entonces. Vemos la disposición del Lavadero (hoy desaparecido), el Pilar y la Fuente.
Agudo - Detalle del plano urbano 1885 |
Tejeras
Sabemos que a mediados del siglo XVIII existieron en este paraje dos hornos para cocer tejas. En la Visita de 1742, se hace una descripción de la Iglesia de San Benito Abad de sus posesiones y sus ornamentos. La Iglesia parroquial era propietaria de una Tejera o horno para cocer tejas junto a la fuente del Orejudo. La Iglesia percibía el diezmo de lo que se fabricaba y se encarga de los reparos necesarios. Según el Catastro de la Ensenada, le rentaba cada año 30 reales de vellón.
También en el Catastro de Ensenada aparece en el mismo sitio otro Horno para cocer tejas propiedad de la Ermita de Ntra. Sra. Virgen de la Estrella.
El trabajo en estos hornos era manual y artesano. La arcilla necesaria se obtenía casi con total seguridad de los muy cercanos "Barreros" (de barro). Esta arcilla pasaba por un proceso de tamizado para separar las piedras y luego se vertía en un depósito de agua, donde los trabajadores amasaban el barro con los pies hasta lograr la consistencia deseada. Esta arcilla se volcaba en unos moldes y, al cabo de unos días, las tejas se metían en el horno para su cocción. Estos hornos posiblemente desaparecieron a lo largo del siglo XIX.
Tenería
El catastro de Ensenada de 1752, recoge la existencia de una tenería en Agudo. Su propietario era Manuel Urbina, de profesión zapatero.
La tenería era el lugar donde se preparaban y curtían las pieles. El curtido es el proceso para convertir una piel en un cuero duradero. Los curtidores preparaban las pieles y los zurradores se encargan de adobarlas y golpearlas para conseguir su elasticidad. Las pieles podían ser: vacaríes (cuero de vaca), el cordobán (piel del macho cabrío o de cabra) o la badana (piel curtida de carnero u oveja). Por último, los zapateros, silleros, guanteros, albarderos y pellejeros se encargaban de la transformación y uso en zapatos, odres, botas ...
En esta tabla podemos ver los salarios de 1752 en Agudo. Vemos que el curtidor ganaba diariamente 5,17 reales, el albardero 4,17 reales y el maestro zapatero 4,17.
Agudo - Catastro Ensenada 1752 - Oficios y sus salarios
Oficio | Personas | Ganancia diaria reales | Total en Reales de Vellón | |
Carpinteros | 3 | 4,17 | 20.430 | |
Albañiles | Maestros | 3 | 6 | 30.240 |
Y Oficiales | 2 | 3 | 10.080 | |
Herreros | 2 | 5,17 | 10.980 | |
Labradores | 160 | 2 | 570.600 | |
Hijos | 12 | 1,25 | 30.780 | |
Ayudantes | 6 | 1,17 | 10.620 | |
Zagales | 35 | 1 | 60.300 | |
Sastres | Maestros | 3 | 4 | 20.160 |
Y Oficiales | 3 | 2,17 | 10.350 | |
Herradores | Maestros | 2 | 4,17 | 10.620 |
Barberos | 1 | 1 | 180 | |
Jornaleros | 47 | 4 | 220.960 | |
Zapateros | Maestros | 1 | 4,17 | 30.210 |
Zapateros de Viejo | 1 | 2,17 | 10.800 | |
Curtidor | 1 | 5,17 | 990 | |
Arriero | 1 | 6,17 | 10.170 | |
Cerero | 1 | 4,17 | 810 | |
Albardero | 1 | 4,17 | 810 | |
Cortador | 1 | 4,4 | 741 | |
Total | 292 | 1.190.161 | ||
Molineros | 7 | 6 | 10.558 |
En esta tabla podemos ver los salarios de 1752 en Agudo. Vemos que el curtidor ganaba diariamente 5,17 reales, el albardero 4,17 reales y el maestro zapatero 4,17.
El proceso tradicional del curtido constaba de varias fases. Primero, se sumergían las pieles en los pelambres (la tenería de Agudo tenía 6 pelambres), con una mezcla de agua y cal, para reblandecerlas y para eliminar los restos de grasa y carne. Luego, tras varios baños con agua limpia, se volvían a descarnar y eliminar los pelos, utilizando unos cuchillos curvos. Una vez listas las pieles, comenzaba su curtido. Se les daba un baño con un elemento vegetal, el zumaque. El zumaque es una planta que contiene taninos, imprescindible para el curtido. Tras estos trabajos, los cueros ya estaban listos.
La ganadería de Agudo proporcionaba la materia prima de las pieles; la necesidad de abundante agua para los lavados estaba cubierta por la cercanía del manantial y la cal posiblemente vendría de Garlitos. En cuanto al zumaque, se sembró en dos zumacales situados en los Poyales. Uno pertenecía a la obra Pía de Catalina Martín de Cuenca y el otro zumacal de tres celemines, de Juan de los Ríos. Había unas veinte cuerdas de tierra sembrada de zumaque, en distintos rodales, de las que se obtenían unas veinte arrobas de zumaque.
Zumacal (fuente Wikipedia) |
Todos los procesos de lavado, apelambrado, descarnado, maceración y curtido originaban un mal olor que recoge el malestar de los vecinos en numerosas poblaciones. Por ello, las tenerías se solían situar en las afueras de las poblaciones, donde abundaba el agua y, además, necesitaban un arroyo donde poder hacer el vertido de estos restos orgánicos.
Calleja del Orejudo |
Fuentes:
- AHN. OOMM. Archivo Histórico de Toledo, leg. 44.946, Reparos de las Posesiones de la Encomienda Mayor en Agudo, 1550.
- AHN. OOMM leg. 44089.
- AHN. OOMM, leg 34634.
- Mapa topográfico Agudo 1887
- Plano Urbano Agudo 1885
- Catastro Ensenada, Agudo 1752.
- AHN, Autos describiendo la Iglesia, posesiones, ornamentos, estado y reparaciones necesarias. 1742. Publicado en la revista "Agudo Taurino", num. 27, marzo de 1996, editada por Pedro Jiménez Mansilla. Documento facilitado por Miguel Fernando Gómez Vozmediano.
- Mapa topográfico Agudo 1887
- Plano Urbano Agudo 1885
- Catastro Ensenada, Agudo 1752.
- AHN, Autos describiendo la Iglesia, posesiones, ornamentos, estado y reparaciones necesarias. 1742. Publicado en la revista "Agudo Taurino", num. 27, marzo de 1996, editada por Pedro Jiménez Mansilla. Documento facilitado por Miguel Fernando Gómez Vozmediano.