Una de las casas más representativas que tenemos en Agudo es la casa de la Inquisición. En ella podemos
ver el escudo
de la Inquisición, con los símbolos clásicos: en el centro, una cruz que simboliza la
autoridad de la Iglesia; debajo una cruz de la orden de Calatrava; a la
izquierda, una espada representa la justicia y el castigo para los herejes; a
la derecha, una rama de olivo que muestra el perdón y la reconciliación; por
encima, lleva una corona real representando el poder de la monarquía.
Escudo de la Casa de la Inquisición de Agudo (Ciudad Real) |
Hay otras casas de la Inquisición en poblaciones cercanas como Almadén, la Puebla de Alcocer o algo más alejadas, como Argamansilla de Calatrava.
Casa Inquisición de Almadén - Hotel Casa de los Fúcares |
Casa Inquisición de Argamansilla de Calatrava |
Casa Inquisición de la Puebla de Alcocer (Badajoz) |
Pero, ¿Qué historia hay detrás?
En principio, la sola presencia del escudo ya nos indica que en esa casa
vivió una persona que tuvo un cargo inquisitorial, como podía ser el de Familiar
del Santo Oficio.
Familiares
del Santo Oficio
Los Tribunales de la Inquisición en Castilla la Nueva fueron tres: Cuenca,
Toledo y Murcia. En 1483, se creó el tribunal de Toledo.
Desde un principio, el Santo Oficio quiso extender su influencia a todos
sus territorios. Esto lo consiguió mediante una amplia red de colaboradores,
siendo el familiar la figura más extendida en el mundo rural.
Los familiares del Santo Oficio realizaban tareas de apoyo al sistema
inquisitorial. No eran una especie de policía. Tampoco se trataba de un cargo
remunerado. Lo que realmente atraía a sus miembros para solicitar este cargo
eran los privilegios y las posibilidades de ascenso social. Su figura irá
cambiando a lo largo del tiempo. No tuvieron el mismo papel los familiares de
los primeros tiempos que se dedicaban a vigilar a los falsos conversos, que los
de los últimos momentos, donde, por ejemplo, se les asignó calmar a la
población durante la guerra de la Independencia.
Funciones
de los Familiares
Las funciones de los familiares incluían:
- La
protección y acompañamiento de inquisidores, ministros y oficiales.
- El
auxilio al Santo Oficio y su personal. Podía concretarse en cualquier
servicio que necesitaran los tribunales.
- Capturas.
Generalmente ayudando a los alguaciles.
- Custodia
de los prisioneros -incluso, en sus casas-.
- Denuncias,
aunque no solían hacerlo.
- También
se encargaban de las informaciones de limpieza de sangre o de la
publicación de los edictos de fe o en distintos momentos de los autos de
fe.
Cualidades
exigidas para el acceso a la familiatura
El acceso a la familiatura estaba regido por una serie de normas. El demandante
debía demostrar que residía en la villa donde quería ejercer el cargo, que el
número de vecinos permitía un nuevo nombramiento o que existía una vacante (se
permitía hasta cuatro familiares en poblaciones de más de quinientos vecinos y
dos en el resto). Los candidatos solían ser hombres, no extranjeros, mayores de
25 años y que estuvieran casados. Las cartas de solicitud iban acompañadas de
los datos personales de solicitante, oficio, estado civil y genealogía. La
limpieza de sangre era fundamental.
Los clérigos no podían acceder, porque no podían sumar más
privilegios.
En un principio, cualquier persona podía solicitar el acceso, pero, a
partir de 1604, se prohibió el acceso de carniceros, pasteleros, herradores y
otros oficios semejantes. En los tribunales castellanos la familiatura era
signo de honor y sus miembros eran principalmente personas de riqueza y
nobleza.
Privilegios
de los familiares
Para garantizarles libertad e independencia, los familiares solo podían ser
juzgados por su propio tribunal. El Fuero sobre causas criminales originó
numerosos conflictos con las autoridades civiles.
Gozaron del privilegio de exención de hospedaje, lo que les permitía no
hospedar soldados ni darles bagajes.
También gozaron de algunos privilegios o beneficios militares: poder usar
armas, el acceso a determinados cargos públicos y preferencia para el acceso a
estos cargos.
Otros privilegios eran de carácter social, como el tener un lugar
preferente en las iglesias y actos públicos, o que sus mujeres fuesen
defendidas también por el Santo Oficio en causas criminales.
Otros
cargos: Comisarios del Santo Oficio
Mientras que los Familiares del Santo Oficio eran colaboradores laicos, existían otra serie de cargos como, por ejemplo, los Comisarios. Estos eran presbíteros. Informaban al Tribunal de las prácticas religiosas y de la ideología que existía en la villa. Eran imprescindibles para realizar los expedientes de limpieza de sangre, genealogía e informaciones de actos positivos. Una de sus funciones era recoger las denuncias e interrogar a los testigos.
Calificador
del Santo Oficio
Era un Teólogo que se dedicaba a censurar libros y proposiciones.
Notario
del Santo Oficio
Una vez que el Inquisidor dictaba sentencia y decidía ordenar la prisión,
comenzaba un proceso, donde se comunicaba al Alguacil para que fuera con el
Comisario a detener a la persona en cuestión. Junto con el Notario y los
familiares, todos iban a la casa del reo. El notario intervenía cuando se detenía
a la persona por parte de un alguacil y tomaba nota del ingreso en la cárcel y
del secuestro de sus bienes, dando fe de ello.
En 1604, se dispuso que se nombrasen notarios sólo en las villas en las que
hubiese comisario. Éste se debía elegir entre los familiares del número y, si
no hubiese ninguno que supiese leer y escribir, se nombraría a un clérigo de la
localidad.
Familiares
del Santo Oficio y otros cargos en Agudo
El estudio de los familiares en Agudo es muy interesante. Gracias al cruce
de información de distintas fuentes, he podido elaborar un listado extenso de
personas que optaron a algún cargo del Santo Oficio. Además de los familiares, aparecen
otros cargos, como son: Comisarios, los Notarios, Fiscales y Calificadores.
Por otra parte, al tener ya completado el Árbol Genealógico de Agudo, me permite situar
a cada persona dentro de su contexto, familiares, oficios y, sobre todo,
las redes sociales existentes y su posición social. Si a esto unimos los
distintos pleitos de la Inquisición que han tenido lugar desde finales del
siglo XV, hace que la historia sea apasionante.
El listado recoge 31 personas que desempeñan diversos cargos
inquisitoriales. Siendo el más antiguo que he encontrado el Familiar del Santo
Oficio Juan Luengo Franco, de oficio tendero, allá por 1572, y el último, Don
Alfonso Sánchez de Navas.
Cargo | Nombre | Fecha aprox | Lugar Nac. | Oficio | Cargos |
Familiar del Santo Oficio | Juan Luengo Franco | 1572 | Talarrubias | Tendero | Alcalde ordinario |
Familiar del Santo Oficio | Bartolomé García de San Román | 1580 | Agudo | Escribano | |
Familiar del Santo Oficio en la Puebla de Don Rodrigo | Doctor Alonso Luengo | 1592 | Agudo | Doctor | |
Familiar del Santo Oficio | Lucas García marido de María Escudero ( de Agudo) | 1595 | Fuencaliente | ||
Comisario del Santo Oficio | Diego del Arco | 1603 | Agudo | Presbítero | |
Calificador en Madrid | Fray Juan Laso | 1603 | Agudo | Orden de los Mínimos | |
Familiar del Santo Oficio | Juan Martín de Lorencio | 1621 | Agudo | Regidor | |
Familiar del Santo Oficio | Martín Higuero Arévalo | 1623 | Aldea del Cano | Mercader | |
Notario del Santo Oficio | Don Juan Rodríguez Pizarro | 1605 | Agudo | ||
Familiar del Santo Oficio | Andrés Camacho Villalón | 1605 | Agudo | Alcalde / Regidor | |
Comisario Santo Oficio en Yucatán (México) | Fray Hernando de Nava | 1611-1619 | Agudo | Dominico | |
Comisario del Santo Oficio | Juan García Cuadrado | 1620 | Agudo | Presbítero | |
Familiar del Santo Oficio | Alonso de Yegros | 1625 | |||
Comisario del Santo Oficio | Frey Pedro Luengo de Yegros | 1625 | Agudo | Hábito de Calatrava | |
Comisario del Santo Oficio | Lcdo. Juan Zazo de Yegros | 1632 | Agudo | Presbítero | |
Comisario y Notario del Santo Oficio | Bartolomé Luengo de Yegros | 1638 | Agudo | Presbítero | |
Fiscal del Santo Oficio en el Tribunal de Llerena | Alonso Montano Pizarro | 1658 | Agudo | Fiscal | |
Comisario Santo Oficio en la Puebla de Don Rodrigo | Lcdo. Juan Rubio | 1635 | Agudo | Presbítero | |
Familiar del Santo Oficio | Don Agustín de Herrera y Marfil | 1664 | Agudo | Alcalde | |
Comisario Santo Oficio y Notario | Alonso Vacas de Ávila | 1670 | Agudo | Presbítero | |
Familiar del Santo Oficio | Lcdo. Don Diego Montano de Yegros | 1678 | Agudo | Abogado | Alcalde |
Comisario del Santo Oficio en Abenójar | Don Alonso Camacho Cuadrado | 1693 | Presbítero | ||
Familiar del Santo Oficio | Don José de Prádena Velasco y Ribera | 1689 | Abenójar | Gobernador y Justicia Mayor | |
Comisario del Santo Oficio | Don Juan Sánchez del Abad | 1704 | Agudo | Presbítero | |
Comisario Santo Oficio en Fuenlabrada (Madrid) | Lcdo. Sebastián Bacas de Ávila | 1701 | Agudo | Presbítero y Abogado | |
Comisario Santo Oficio | Diego López Solanilla | 1704 | Siruela | Presbítero | |
Comisario Santo Oficio | Don Alonso García de la Vera Cuadrado | 1723 | Agudo | Presbítero | |
Familiar del Santo Oficio | Don Pedro Pascual Sánchez de Navas | 1748 | Agudo | Abogado | Alcalde, Hidalgo |
Familiar del Santo Oficio | Don Juan Sánchez de Navas | 1550 | Agudo | Abogado | |
Familiar del Santo Oficio | Don Alfonso Sánchez de Navas | 1778 | Agudo | Abogado | Alcalde estado noble |
Inquisidor Tribunal Santa Inquisición en Llerena | Pedro Ramírez Villalón | 1748 | Garlitos | Hábito de Calatrava, Residente en Agudo |
Un factor que contribuyó a que los cargos inquisitoriales recayeran en los
mismos linajes era la tendencia a concertar matrimonios entre iguales, entre
personas del mismo nivel social y, si era posible, superior. De esta forma,
determinadas familias iban acaparando honras, cargos y dignidades durante
generaciones. Esto es significativo en Agudo en el caso concreto de los Yegros.
Juan Luengo Franco era el padre del Doctor Luengo, quien, por cierto, llegó
a ser Alcalde Mayor en Lorca (Murcia). El hijo de éste, Frey Pedro Luengo de
Yegros, sería del hábito de Calatrava y Comisario del Santo Oficio.
Como se aprecia, todas las personas eran de un nivel económico alto, y
todos aspiraban a mejorar su posición social, desde el tendero y mercader, a
los muy influyentes escribanos y abogados. Los oficios que más interesaban a
los familiares eran los de honra: alcaldes, ordinarios y de hermandad,
alguaciles mayores, regidores y procuradores síndicos.
En esta relación, cabe destacar a Fray Hernando de Nava, Comisario del Santo
Oficio en Yucatán (México) desde 1611 a 1619, y al Fiscal del Tribunal de la
Inquisición de Llerena Alonso Montano Pizarro. En 1748, residía en
Agudo Pedro Ramírez Villalón, natural de Garlitos e Inquisidor del Tribunal en
Llerena. Estaba relacionado con Don Pedro Sánchez de Navas y su mujer Doña María
Ana Sánchez Bravo.
___________________
Algunos pleitos en los que aparecen
De la documentación que tengo, he seleccionado algunos expedientes que muestran distintas situaciones o actuaciones, en las que se vieron inmersos algunos familiares.
Juan Luengo Franco vs Juan Martín Zapatero
El 19 de agosto de 1572, tuvo lugar un pleito entre el Familiar Juan Luengo
Franco y Juan Martín zapatero. El padre Alonso de Siruela, teniente de cura,
fue a dar el Santísimo Sacramento a una mujer que estaba muy enferma y que
llamaban la Halcona. El dicho Juan Martín zapatero fue a la iglesia para
acompañar al Santísimo Sacramento y, como había poca gente, no había personas
para llevar el palio y las hachas (de cera). El teniente de cura mandó
al dicho Juan Martín que tomase un hacha para con ella ir alumbrando al Santísimo
Sacramento. Y teniéndola en su mano encendida, llegó a él, el dicho Juan Luengo
airado y, con palabras descomedidas dijo al dicho Juan Martín que le diese el
hacha, que no la había de llevar y él se la quiso tomar por fuerza...
Como no se la podía quitar se fue enojando y "juraba a Dios que un puto judío como él era, no
había de llevar la dicha hacha". Prosiguiendo en su propósito, Juan
Luengo aguardó a que fuese el Santísimo Sacramento a la casa de la dicha
Halcona, y al salir el clérigo con el Santísimo Sacramento y Juan Martín con el hacha encendida, Juan Luengo arremetió contra el para
quitársela. En este forcejeo, Juan Luengo tuvo mala fortuna, ya que el hacha
encendida le provocó heridas en la cara, sangrando por ellas.
Simón Ruiz, alcalde de la Santa Hermandad vio las heridas y prendió a Juan
Martín, llevándole preso a la cárcel.
Cuando Juan Luengo Franco dio su versión de los hechos, dijo que "llevándose
el Santísimo Sacramento a una mujer enferma, vecina de la dicha villa, mujer
que fue de Toribio García difunto, tomó un hacha para llevar delante Juan
Martín zapatero, vecino de la dicha villa que es un hombre de baja suerte,
nieto de un hombre que fue reconciliado por este Santo Oficio, habiendo
muchos hombres honrados, cristianos viejos que la debían llevar (…) a la vuelta
a la iglesia, así de la dicha hacha, pidiendo que me la diese y sabiendo el
susodicho por ser notorio ser yo cristiano viejo y hombre honrado y alcalde de la Cofradía de
la Caridad de la dicha villa este dicho año y familiar de este Santo Oficio, no
solamente la quiso dejar, más aun, me dio con ella encendida el rostro en que
me hirió gravemente (…) y pido como familiar de este Santo Oficio que se mande
a la Justicia de la dicha villa de Agudo que el proceso de la dicha causa y al
dicho preso a este Santo Oficio (…)".
Pleito de competencias entre el Tribunal de la Inquisición y el Lcdo. Sebastián de Bacas Ávila, Comisario de Agudo.
(este expediente ya lo publiqué en el Blog en el año 2011, pero me parece oportuno volver de nuevo sobre el).
En el año de 1702, se produjo un pleito de competencias entre los
representantes concejiles de Agudo contra el Lcdo. Don Sebastián de Bacas
Ávila, comisario del Santo Oficio. Los alcaldes ordinarios Juan Martín de
Gostanzo y Juan Vera de Yegros y los regidores Juan de Yegros Gregorio y Diego
de Herrera se quejaron de los excesos que cometió el dicho comisario.
Solicitaron que estuviera preso en una cárcel de familiares, en lugar de
estar retenido en la casa de un familiar. También se pidió que durante el
tiempo que durase la causa, le hicieran el secuestro de bienes y le
suspendieran la prueba. Pero fue absuelto por los Inquisidores del Tribunal de
la ciudad de Toledo.
Se tomó declaración a 29 testigos.
El Lcdo. Sebastián Bacas de Ávila se defendió de los cargos alegando que
todo se debía a una conjuración entre algunos particulares del pueblo y rechazó
las siguientes acusaciones por ser falsas:
- Venta de la Dehesa. Se le acusaba de ir difundiendo esta falsa noticia, lo que provocó mucho malestar en el pueblo. Él dijo que se oponía a la venta.
- Pasar armas prohibidas. Algunas noches las llegó a sacar diciendo que eran necesarias para su defensa. “Los Montanos, Veras y Orellanas le buscaban para matarle, y así se lo participó el Lcdo. Don Gabriel de Herrera presbítero y que muchas noches le estuvieron aguardando para ejecutarlo, y esto es público y notorio así en la villa como en el contorno como lo han puesto los más de los testigos de una y otra parte. Lo otro, porque con dicho motivo, odio y enemistad tan grave (…) le fue lícito y permitido el reparo a su defensa, que no la podría tener en otra forma sino con dichas armas (…) mayormente cuando de ello no se ha seguido daño ni delito, si solo su reguardo y seguridad (…) calificando así mismo que dicha enemistad era capital, así por el motivo de los cargos primeros, como porque abrigaba y defendía a diferentes pobres vecinos de los pleitos y sin razones con que les hostigaban dichas familias.
- Sobre haber matado a un buey de Miguel López, dice que sufrió heridas por el dicho buey y, por tanto, hubo causa para ello.
- Sobre el cargo de haber sido abrigo de contrabandistas y forajidos. Dijo que nadie ha visto nada de esto y menos lo había podido probar.
- Sobre el abuso de autoridad, cargos de injurias y amenazas, que llevaría a ciertas personas al Tribunal de la Inquisición y les fulminaría a causas. Dijo que solo ocurrió durante una discusión normal y decente.
- Sobre el capítulo de que comió y bebió después de las dos de la noche del día de Santa Ana, dijo misa en dicho día, y está acreditado que fue calumnioso. Facilita pruebas que sitúan al presbítero en otro sitio, que no estaba donde decían algunos testigos sobre que estuvo bebiendo vino de una calabaza. Algunos testigos luego se retractaron.
- Sobre el cargo de haber vivido con incontinencia, le acusaron de dos casos, uno de haber tenido hijos con una mujer soltera y otro de la comunicación con una mujer casada.
- Sobre lo ocurrido la noche del 4 de mayo, cuando dijo palabras inhonestas a las puertas de las casas de Juan Antonio González, las abrió y entró adentro. El dicho Juan Antonio le lanzó un ladrillo.
- También rechazó el capítulo sobre que hablaba mal de las mujeres.
Don Juan Sánchez de Navas en el pleito de Hechicería de Almadén en 1760.
El tercer expediente, corresponde a un caso de hechicería que tuvo lugar en
Almadén en el año de 1760. El Licenciado don Juan de Navas, familiar del Santo
Oficio de Agudo, entregó al cura párroco de Almadén, Frey don Pedro Gijón y
Triviño, un edicto para que cualquier persona pudiera exponer las sospechas que
tuviese. Como no existía en ese momento un familiar inquisitorial en Almadén,
el párroco nombró como notario al presbítero don Andrés Ortiz de Puelles.
La convocatoria tuvo un enorme éxito, parece que todo el mundo tenía que
contar algo. Se anotaron las declaraciones de 110 personas, hubo otros 301
testimonios que no se consideraron relevantes y por tanto no se incluyeron en
el expediente. Por falta de tiempo, se quedaron por testificar otras 774
personas.
Se acusa a tres mujeres de practicar la brujería y la hechicería: Ana
Marín, que ya había sido investigada por dos comisarios unos años atrás,
Agustina de la Rosa y la Lorcana.
Hay acusaciones muy variadas, como “La Sola”, que se había casado dos
veces y luego apareció el primer marido, “Concan” que podía presagiar la lluvia
guiándose de los planetas; la Bruja la Coja de la Pata de Palo, que curaba
hechicerías y que había hecho mal a muchas personas; María “la del Maestro” que
curaba con aceites y mejunjes a los hombres; Teresa la Calderona, que convertía
los hombres en bestias; Bárbara con dotes de vidente; Manuel Zaones, de
Gargantiel que entendía de estrellas y cabañuelas; “La Tuerta” que curaba el
mal de ojo; la Justa que era Judía; la Bendita que era partera.
Aparecen varios vecinos de Agudo. Así, está Pedro Bravo, que fue a Almadén " preguntando por Ana Marín para que le diese una medicina para su hermana que estaba mala y se decía que por maleficio, la cual llamada ante nosotros dijo que no la podía curar sin que hubiese presente alguna ropa de la que actualmente vestía, y mandó fuesen por la tal ropa , y que también trajesen un puchero nuevo sin estrenar con miel virgen, todo lo cual traído se quedó con un justillo, que fue la ropa que trajeron y en el puchero con la miel, echó unos polvillos, al parecer los que sacó del pecho, y mandó que aquello lo fuese tomando en ayunas por las mañanas hasta que se acabase. y que el justillo lo guardaba para observar; y a los pocos días supo el declarante se había aliviado. como también ha oído que curaba del mal de ojo.
Entre los hechizos, pócimas, conjuros y sortilegios predominan los
siguientes:
- echar un puñado sin contar de garbanzos en un pozo para hacer desaparecer las berrugas
- mejunjes y pócimas hechas con raspaduras de las uñas, sangre de la
menstruación, cabellos de debajo del brazo y de sus partes, para atraer a una
persona. La pócima se daba con un buñuelo.
- oraciones para quitar la culebrilla y la erisipela (las oraciones para la
culebrilla aún se siguen haciendo en Agudo)
- oraciones y remedios contra el mal de ojo
__________
Proceso de fe a Juan Macías. 1727-1743
Algunos años antes de los hechos arriba relatados, hubo un proceso de fe contra Juan Macías, natural de Agudo y vecino en el Risco. La historia, bastante interesante, está publicada en la entrada Curanderos, hechiceros y otras hierbas. Por tanto, no me extenderé, pero básicamente se trata de otro caso donde se entremezclan los curanderos, con las supersticiones y la creencia en los maleficios, muy extendidos en la sociedad.
En este proceso interviene el Comisario del Santo Oficio de Agudo, Don Alonso García de la Vera Cuadrado, y decidirá recluir en las cárceles secretas del Santo Oficio a Juan Macías, por sospechoso de maleficio y jactancioso de supersticioso.
Juan Macías, natural de la villa de Agudo, vecino del Risco, de oficio herrero, de edad de cincuenta años, preso en las Cárceles Secretas de este Santo Oficio, miércoles por la noche del día doce de abril de mil setecientos y treinta años. Sus señas personales: moreno, muy cerrada la barba, nariz pequeña, ojos pardos, pelo negro, mediana estatura, una señal encima de la ceja izquierda de una descalabradura. Hizo juramento acostumbrado y declaró no traer arma o algo ni cosas prohibidas y no trae más ropa puesta, ni para el servicio de su persona que un coleto y una capa y unos harapos, todos muy maltratados. De todo lo cual se dio por entregado a la persona de don Francisco Sebastián Camacho, Alcalde de las cárceles secretas de este Santo Oficio ..."
Proceso de fe a Juan Macías. 1727-1743
Algunos años antes de los hechos arriba relatados, hubo un proceso de fe contra Juan Macías, natural de Agudo y vecino en el Risco. La historia, bastante interesante, está publicada en la entrada Curanderos, hechiceros y otras hierbas. Por tanto, no me extenderé, pero básicamente se trata de otro caso donde se entremezclan los curanderos, con las supersticiones y la creencia en los maleficios, muy extendidos en la sociedad.
En este proceso interviene el Comisario del Santo Oficio de Agudo, Don Alonso García de la Vera Cuadrado, y decidirá recluir en las cárceles secretas del Santo Oficio a Juan Macías, por sospechoso de maleficio y jactancioso de supersticioso.
Juan Macías, natural de la villa de Agudo, vecino del Risco, de oficio herrero, de edad de cincuenta años, preso en las Cárceles Secretas de este Santo Oficio, miércoles por la noche del día doce de abril de mil setecientos y treinta años. Sus señas personales: moreno, muy cerrada la barba, nariz pequeña, ojos pardos, pelo negro, mediana estatura, una señal encima de la ceja izquierda de una descalabradura. Hizo juramento acostumbrado y declaró no traer arma o algo ni cosas prohibidas y no trae más ropa puesta, ni para el servicio de su persona que un coleto y una capa y unos harapos, todos muy maltratados. De todo lo cual se dio por entregado a la persona de don Francisco Sebastián Camacho, Alcalde de las cárceles secretas de este Santo Oficio ..."
Conclusiones
Con esta entrada he querido profundizar en la figura de los familiares
y comisarios del Santo Oficio en Agudo. Hay más documentación en forma de
pleitos, expedientes de limpieza de sangre y otras, que nos permitirán conocer
mejor el mundo de la Santa Inquisición en Agudo, en próximas entradas.
Siguiendo con el hilo conductor de esta historia, en el catastro de
la Ensenada en 1752, figura como propietario de la casa de la Inquisición el
presbítero Don Alonso García de la Vera Cuadrado, comisario del Santo
Oficio.
Tras su fallecimiento en 1754, la casa posiblemente la heredó uno de
sus sobrinos, hijos de su hermana Doña Ana García de la Vera Cuadrado, casada
con Don José Sánchez de Navas. Quizá fuese, Don Pedro Sánchez de Navas. Este
fue Familiar del Santo Oficio en torno a 1748 e hidalgo. Su hijo, Don Alfonso
Sánchez de Navas, también hidalgo, solicitó el cargo de Familiar en 1778.
Fuentes:
- Gonzalo Cerrillo Cruz, Aproximación al estatuto jurídico de los
familiares de la inquisición española, Universidad Autónoma de Madrid,
Manuscritos 17, 1999.
- Lorenzo Ortega Gómez, Inquisición y sociedad: Familiares del Santo Oficio
en el mundo rural de Castilla la Nueva (siglos XVI-XVIII).
- Catastro de la Ensenada, 1752. Agudo
- Pedro Miranda Ojeda, las Comisarías del Santo Oficio. Funciones y
funcionarios en la estructura inquisitorial de Yucatán, 1571-1820. Universidad
Autónoma de Yucatán, Mérida, México. Desacatos num.25, 2007.
- Archivo General de la Nación, México.
- Diego López Cogolludo - Historia del Yucatán
- Libros de Bautismos, Matrimonios y Defunciones de Agudo
- Libros de Cofradías
- AHN Inquisición Leg. 124, exp.16
- AHN OMM Religiosos Calatrava exp 125
- AHN Inquisición 2.102, exp.8
- AHN Inquisición,90.2, exp.10
- AHN Inquisición 90, exp.2
- AHN Inquisición 91, exp.2
- AHN Inquisición 285, exp.327
- AHN Inquisición 275, exp. 172
- AHN Inquisición 285, exp. 328
- AHN Inquisición 359, exp. 1.383
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