Por Alicia Gadi
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| Procedimiento sumarísimo. Archivo General e Histórico de Defensa |
Gracias a Salva por dejarme este rincón de «38 Grados Norte» para compartir mi experiencia. Espero que anime a otros a investigar sobre su familia al igual que su blog lo hizo conmigo.
José García González, mi abuelo, fue arrestado durante la posguerra, o al menos eso es lo que siempre ha contado mi padre desde que tengo uso de razón. Aun así, por más que le preguntara, los detalles de la historia se le escapaban —y no se lo recrimino, es el menor de tres hermanos—: que si había quedado con unos amigos, que si alguien lo había delatado, que si había desaparecido… Las anécdotas se entrelazaban como el revés de un bordado, saltando de una escena a otra en un revoltijo de retazos de memoria; no porque mi padre quisiera mentir, sino porque mi abuelo había fallecido y ya no quedaba nadie que las pudiera corroborar. A pesar de ello, cuesta creer que hubiera confesado la verdad si alguien le hubiera preguntado sobre lo que realmente ocurrió en Agudo aquel trágico verano de 1939.
Todas las leyendas nacen con una parte de verdad y otra de mentira que nunca pretendió serlo. Cuando los recuerdos se diluyen con el tiempo, tan solo queda recurrir a la documentación de la época, que no siempre es objetiva —si nos ponemos críticos, nada lo es, ni siquiera la ciencia más exacta—. Mientras husmeaba por internet, me topé con un índice de sumarísimos de urgencia en el que se juzgaron a cinco personas en Almadén por «auxilio a la rebelión», entre ellas mi abuelo: Pablo Vera Mansilla, Teodomiro Vera Romero, José Rubio Fernández, Eugenio Ríos Calderón y José García González. Para ser honesta, no es fácil buscar el legajo de un antepasado con un nombre tan común, pero si hay algo que identifica a los vecinos de Agudo, es precisamente los apellidos de quienes los rodean.
Una vez obtuve la referencia de la web de Buscar Combatientes, acudí al Archivo General e Histórico de Defensa de Madrid. A través de una solicitud sencilla con el número de caja y legajo, pedí una reproducción digital a través del correo archivo-historico-defensa@oc.mde.es —también es posible hacerlo presencialmente con cita previa—. A la semana siguiente, me respondieron con el nombre completo de mis bisabuelos para corroborar que buscaba a la persona correcta y, pasado el verano, recibí un expediente de cuatrocientas páginas titulado «Ejército español. Plaza de Madrid. 18 de noviembre de 1946. Procedimiento sumarísimo de urgencia núm. 1835». Cuatrocientas páginas repletas de declaraciones y telegramas. Cuatrocientas páginas que cuentan al detalle la historia que mi padre siempre había explicado como si se tratara del revés de un bordado: la historia de cómo alguien delató a cinco amigos que estaban a punto de reunirse en la cañada del cementerio para crear las Juventudes Socialistas Unificadas en el pueblo.
Según cuenta mi madre, mi abuela pasó seis años convencida de que mi abuelo no volvería a casa jamás; pero él no había fallecido. Lo condenaron a catorce años, y seis años más tarde le redujeron la pena a seis meses y un día de prisión menor. Volvió a Agudo tras realizar trabajos forzados en un batallón disciplinario y realizar el servicio militar en los regimientos de artillería de Ronda y Algeciras. Regresó a tiempo para reencontrarse con mi abuela, formar una familia y presenciar cómo Pablo Vera Mansilla se convertía en alcalde en 1993. Incluso vivió lo suficiente para conocer a su última nieta, a la que siempre le contaban que su abuelo había sido arrestado durante la posguerra… y ya entendía por qué.
Alicia Gadi
(Alicia García Díaz)
Si alguien está interesado en obtener el documento o quiere hablar conmigo sobre el tema, puede ponerse en contacto conmigo a través de los enlaces o el correo electrónico que encontrará aquí
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Alicia -- que para quienes no lo sepan, es la hija de Estrella y José Utrero -- contactó conmigo y me contó los avances que había hecho en la búsqueda de información sobre su abuelo. La animé a compartirlo en el blog. De esa inquietud nace esta entrada, que relata lo sucedido a su abuelo, así como a otros chavales que rondaban los 18 años, y el más joven 17.
La idea de organizar una reunión clandestina para refundar la J.S.U. (Juventudes Socialistas Unificadas), tan solo dos meses después de haber finalizado la guerra, terminó muy mal: quienes asistieron fueron detenidos.
Como se refleja en las declaraciones juradas de los detenidos, además de la intención de refundar la J.S.U., se hablaba de armas, de infiltrarse en la Falange local para identificar a quienes estaban denunciando, y así poder vengarse después... No lo olvidemos: eran chicos muy jóvenes. Algunos mostraron dudas, incluso rechazo, y otros informaron a las autoridades sobre la reunión clandestina, lo que provocó su detención.
Han pasado ya muchos años desde que ocurrió esta historia. Lo que aparece en este documento es público y está disponible para quien desee consultarlo. Todos los protagonistas alternaron momentos de libertad provisional con procesos de encarcelamiento hasta 1945, cuando, afortunadamente, todo llegó a su fin.
Ya en 1938, muchos sectores deseaban poner fin a la guerra y a los sufrimientos que esta ocasionaba en ambos bandos, máxime cuando el desenlace comenzaba a inclinarse claramente hacia uno de ellos. El factor decisivo que aceleró el final fue el golpe de Estado del coronel Casado en marzo de 1939, que precipitó la caída del Gobierno republicano de Negrín.
El golpe de Casado provocó una guerra civil dentro de la guerra civil. Los únicos que se enfrentaron a los casadistas fueron los comunistas y un pequeño sector del PSOE, agrupado en torno a las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), dirigidas entonces por el joven Carrillo. Como consecuencia, muchos de sus dirigentes fueron perseguidos y encarcelados.
Desde su creación hasta el final del conflicto, una gran parte de la juventud estuvo afiliada a la JSU. Era lo habitual en la zona republicana.
La ofensiva final del bando nacional tuvo lugar a finales de marzo de 1939, y la guerra concluyó en abril. A partir de ese momento, comenzaron a proliferar por toda España los juicios o procedimientos sumarísimos de urgencia contra aquellas personas que el nuevo régimen consideraba peligrosas. Las penas impuestas dependían de los hechos atribuidos a cada acusado y se dictaban tras un juicio militar.
A pesar del fin de la guerra y de la presión ejercida, en muchos lugares se intentó refundar la JSU, con la esperanza de que llegaran tiempos distintos. Ese es el contexto del Procedimiento 1.835.
Fuentes
- Archivo General e Histórico de Defensa. (s.f.). Archivo General e Histórico de Defensa.
Recuperado el 18 de octubre de 2025, de https://patrimoniocultural.defensa.gob.es/es/centros/archivo-general-historico- defensa/portada
- Buscar Combatientes. (s.f.). Resultados de búsqueda: José García González. Recuperado
el 18 de octubre de 2025, de https://buscar.combatientes.es/resultados/Jose/GARCIA/Gonzalez
- Tribunal Militar Territorial 1. (1939). Expediente, Serie: Sumarísimos, Sumario 1835, Caja
2907, Orden 1 [Documento archivístico]. Archivo General e Histórico de Defensa,
Madrid, España.
- XII División. (1940–1943). Índice de procedimientos sumarísimos de la XII División
franquista [Documento PDF]. Archivo General e Histórico de Defensa, Madrid, España.

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