Historia de Agudo

Historia de Agudo (Ciudad Real)
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viernes, 12 de diciembre de 2014

El sitio del Orejudo y la Tenería de Agudo

El Orejudo es uno de los rincones más bellos y singulares que tenemos en Agudo, comenzaremos esta historia situándonos en el pilar de arriba, el depósito de agua y la fuente vieja.


Es uno de los topónimos más antiguos y casi siempre aparece asociado con la fuente. La referencia documentada más antigua que he encontrado data de 1558. Aparece en el testamento de Francisco Camacho, en la relación de sus bienes cita: "una viña en el valle del Orejudo linde con otra viña de Juan Martín de Arroba".

Es muy posible que el origen de Agudo tuviera lugar a partir de aquí, junto al manantial de agua. Por tanto, es lógico que surgieran aquí las fuentes mas antiguas que suministraban agua al pueblo. Una de las fuentes llevaba el agua directamente a la casa Palacio de la Encomienda Mayor, pero se perdió en tiempos del comendador mayor Padilla (ver Reparos de la encomienda mayor en Agudo, 1550).

Había dos fuentes, cruciales para la vida en el pueblo. Los administradores de la Encomienda Mayor y los alcaldes tenían entre sus funciones mantenerlas. Así aparece reflejado en varios documentos, como, por ejemplo, los gastos de mantenimiento que cobró el albañil Juan de Fuentes en 1619 y 1620, en las fuentes de las Guardas y la del Orejudo.

La fuente de las Guardas fue cedida en 1574 por el comendador Mayor don Fadrique de Toledo, Duque de Alba,  al concejo de Agudo. Con su agua se construyó una alberca en el egido de San Juan.

Cuando salía un administrador de la Encomienda Mayor y entraba otro nuevo, se producía lo que se llamaba un "juicio de Residencia". Aquí, se evaluaban todos los bienes que había recibido el administrador saliente y el estado en que los dejaba. En 1633, el administrador saliente don Juan de Castro es acusado por el nuevo Gobernador don Rodrigo Ordóñez de haber descuidado las fuentes:

"A la veinte y cuatro pregunta dijo que dos fuentes que tiene en la villa que son muy buenas y de a donde se gobierna todo este lugar, no ha tenido cuidado de conservarlas ni repararlas el dicho Don Juan de Castro ni la Justicia y regimiento de esta villa y están muy deterioradas por su descuido, de tal forma que han llegado a no tener agua por cuya causa ha venido daño a la república y por el mismo descuido ha faltado el agua en los lavaderos de la ropa blanca y ha sido inconveniente por ser forzoso y las mujeres a lavar en otras partes no a propósito y esto lo sabe por que ha visto y es notorio"

La gestión de los recursos hídricos irá transformando el paisaje. A lo largo de los años, se irán sucediendo en este paraje viñas de primera calidad, huertas, árboles frutales, acequias, aljibes, pilares, albercas y lavaderos. También aparecen ciertas actividades industriales como dos hornos para cocer teja y una tenería.

En este mapa topográfico de 1887, aparecen dos depósitos de agua para el abastecimiento del pueblo: el depósito de aguas del caño y el depósito de aguas de la Fuente, en el Orejudo.

Detalle mapa topográfico de 1887 - Agudo
También corresponden a esta vertiente otros arroyos, como son: arroyo del Fresno, arroyo del Guijo, arroyo de las Campanas, arroyo de Valciego , y el arroyo y la fuente del Chorrillo.


Depósito del Orejudo
En el interesante plano urbano de Agudo de 1885 (que pondré próximamente en otra entrada), aparece como era esta zona entonces. Vemos la disposición del Lavadero (hoy desaparecido), el Pilar y la Fuente.
Agudo - Detalle del plano urbano 1885

Tejeras

Sabemos que a mediados del siglo XVIII existieron en este paraje dos hornos para cocer tejas.  En la Visita de 1742, se hace una descripción de la Iglesia de San Benito Abad de sus posesiones y sus ornamentos. La Iglesia parroquial era propietaria de una Tejera o horno para cocer tejas junto a la fuente del Orejudo. La Iglesia percibía el diezmo de lo que se fabricaba y se encarga de los reparos necesarios. Según el Catastro de la Ensenada, le rentaba cada año 30 reales de vellón. 

También en el Catastro de Ensenada aparece en el mismo sitio otro Horno para cocer tejas propiedad de la Ermita de Ntra. Sra. Virgen de la Estrella.

El trabajo en estos hornos era manual y artesano. La arcilla necesaria se obtenía casi con total seguridad de los muy cercanos "Barreros" (de barro). Esta arcilla pasaba por un proceso de tamizado para separar las piedras y luego se vertía en un depósito de agua, donde los trabajadores amasaban el barro con los pies hasta lograr la consistencia deseada.  Esta arcilla se volcaba en unos moldes y, al cabo de unos días, las tejas se metían en el horno para su cocción. Estos hornos posiblemente desaparecieron a lo largo del siglo XIX.

Tenería

El catastro de Ensenada de 1752, recoge la existencia de una tenería en Agudo. Su propietario era Manuel Urbina, de profesión zapatero.

La tenería era el lugar donde se preparaban y curtían las pieles. El curtido es el proceso para convertir una piel en un cuero duradero. Los curtidores preparaban las pieles y los zurradores se encargan de adobarlas y golpearlas para conseguir su elasticidad. Las pieles podían ser:  vacaríes (cuero de vaca), el cordobán (piel del macho cabrío o de cabra) o la badana (piel curtida de carnero u oveja). Por último, los zapateros, silleros, guanteros, albarderos y pellejeros se encargaban de la transformación y uso en zapatos, odres, botas ...

Agudo - Catastro Ensenada 1752 - Oficios y sus salarios 

Oficio
Personas Ganancia diaria reales Total en Reales de Vellón





Carpinteros
3 4,17 20.430
Albañiles Maestros 3 6 30.240

Y Oficiales 2 3 10.080
Herreros
2 5,17 10.980
Labradores
160 2 570.600

Hijos 12 1,25 30.780

Ayudantes 6 1,17 10.620

Zagales 35 1 60.300
Sastres Maestros 3 4 20.160

Y Oficiales 3 2,17 10.350
Herradores Maestros 2 4,17 10.620
Barberos
1 1 180
Jornaleros
47 4 220.960
Zapateros Maestros 1 4,17 30.210
Zapateros de Viejo
1 2,17 10.800
Curtidor
1 5,17 990
Arriero
1 6,17 10.170
Cerero
1 4,17 810
Albardero
1 4,17 810
Cortador
1 4,4 741






Total 292
1.190.161
Molineros
7 6 10.558

En esta tabla podemos ver los salarios de 1752 en Agudo. Vemos que el curtidor ganaba diariamente 5,17 reales, el albardero 4,17 reales y el maestro zapatero 4,17. 

El proceso tradicional del curtido constaba de varias fases. Primero, se sumergían las pieles en los pelambres (la tenería de Agudo tenía 6 pelambres), con una mezcla de agua y cal, para reblandecerlas y para eliminar los restos de grasa y carne. Luego, tras varios baños con agua limpia, se volvían a descarnar y eliminar los pelos, utilizando unos cuchillos curvos. Una vez listas las pieles, comenzaba su curtido. Se les daba un baño con un elemento vegetal, el zumaque. El zumaque es una planta que contiene taninos, imprescindible para el curtido. Tras estos trabajos, los cueros ya estaban listos.

La ganadería de Agudo proporcionaba la materia prima de las pieles; la necesidad de abundante agua para los lavados estaba cubierta por la cercanía del manantial y la cal posiblemente vendría de Garlitos. En cuanto al zumaque, se sembró en dos zumacales situados en los Poyales. Uno pertenecía a la obra Pía de Catalina Martín de Cuenca y el otro zumacal de tres celemines, de Juan de los Ríos. Había unas veinte cuerdas de tierra sembrada de zumaque, en distintos rodales, de las que se obtenían unas veinte arrobas de zumaque.

Zumacal (fuente Wikipedia)
La tenería de Agudo también contaba con un molino de zumaque, mediante una gran piedra se molían las hojas del zumaque y se extraía el zumo. Mi madre recuerda haber visto esta piedra y cree que se estuvo utilizando hasta el primer tercio del siglo XX.

Todos los procesos de lavado, apelambrado, descarnado, maceración y curtido originaban un mal olor que recoge el malestar de los vecinos en numerosas poblaciones. Por ello, las tenerías se solían situar en las afueras de las poblaciones, donde abundaba el agua y, además, necesitaban un arroyo donde poder hacer el vertido de estos restos orgánicos.

Calleja del Orejudo
Actualmente, es muy gratificante dar un paseo por sus cuidados caminos y de paso admirar la naturaleza que nos regala un paisaje espectacular.



Fuentes:

- AHN. OOMM. Archivo Histórico de Toledo, leg. 44.946, Reparos de las Posesiones de la Encomienda Mayor en Agudo, 1550.
- AHN. OOMM leg. 44089.
- AHN. OOMM, leg 34634.
- Mapa topográfico Agudo 1887
- Plano Urbano Agudo 1885
- Catastro Ensenada, Agudo 1752.
- AHN, Autos describiendo la Iglesia, posesiones, ornamentos, estado y reparaciones necesarias. 1742.  Publicado en la revista "Agudo Taurino", num. 27, marzo de 1996, editada por Pedro Jiménez Mansilla. Documento facilitado por Miguel Fernando Gómez Vozmediano.

martes, 2 de diciembre de 2014

Nuevos datos sobre la imagen antigua de Nuestra Señora de la Estrella

Isabel Cabrera me ha enviado el siguiente artículo que incluyo a continuación.
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Por Isabel Cabrera

 En el escrito sobre el texto de la “I Exposición Itinerante sobre Fotografías de Vírgenes de la Estrella” se solicitó la colaboración de la gente a fin de incrementar o mejorar los datos que se habían logrado reunir sobre la más antigua virgen de la Estrella. En unas pocas semanas han puesto a mi disposición dos nuevos documentos que considero justo compartir con todos.

El primero es una fotografía de la imagen que se corresponde con la estampa ya mostrada, aunque ahora la calidad es bastante mejor. 

Imagen antigua de la Virgen de la Estrella - Agudo (Ciudad Real)

Imagen antigua de la Virgen Estrella  - Detalle del Busto

El segundo es un estadal de la misma imagen. Un estadal es una cinta con la medida de la imagen de la virgen o una parte de ella, que ha estado en contacto con ella y que conlleva unos efectos parecidos a los de una medalla, reliquia, etc. para los creyentes. Hasta donde yo conozco, en algunos casos la medida se corresponde con la cinta y en otros con la inscripción que contiene.




En el caso que nos ocupa creo que la medida se refleja en la inscripción porque han tenido especial cuidado en ubicar la figura de la virgen en el centro, aun cuando las dos partes en que se divide no son simétricas. La parte de la derecha remata con una cartela que contiene el texto que se venera en su ermita en la villa de Agudo. La cartela ocupa más espacio que los elementos florales con los que se cierra el lado izquierdo por lo que las dobles filas de óvalos que delimitan el texto principal –Medida de Nuestra Señora de la Estrella– no presentan la misma longitud, dando la impresión de que han tenido que ajustarse a unas dimensiones determinadas aún cuando sobra cinta por ambos extremos. La longitud del área impresa es de 36,5 cm.  

domingo, 9 de noviembre de 2014

El Capitán Alonso de Herrera y Olalla (Agudo 1505-1580)



La historia elegida en esta ocasión es especial por varios motivos. Es especial, por el tiempo que he tardado en recopilar la información, por el tiempo empleado en su redacción, por la calidad de nuestro personaje, y  por intentar hacer una entrada que no aburra excesivamente dada la cantidad de información manejada. He intentado hacerla entretenida y de paso conocer mejor los hechos que se relatan. También es especial, porque creo que había que hacerlo. En Agudo teníamos un conocimiento muy somero sobre su figura  que espero que mejore.

Eran otros tiempos y se cometieron excesos, pero nuestro personaje se mostró comprometido con el sufrimiento de los naturales , en unos casos denunciando dichos excesos, en otros negociando una salida pacífica a un encuentro armado y en otros mejorando la calidad de vida con sus iniciativas.

Como es una entrada relativamente extensa, he decidido ambientar la historia con música. He elegido para la ocasión un fragmento de la Banda Sonora de Alatristre, del compositor Roque Baños, con la Orquesta de Córdoba y el Coro Ziryab. 
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El Capitán Alonso de Herrera y Olalla fue uno de los primeros descubridores y conquistadores de las provincias de Venezuela y Nuevo Reino de Granada. Posiblemente sea el personaje más ilustre que tenemos en Agudo, siendo uno de los descubridores más activos. Su carácter emprendedor le llevó a estar presente en muchos de los hechos más relevantes en aquellos trepidantes años.

Divisiones coloniales de Tierra Firme 1538
En este artículo haré un resumen pormenorizado con toda la información que he ido estudiando a lo largo de mucho tiempo, con la lectura de numerosos libros, artículos, sitios web, archivos... y sobre todo con la transcripción de las probanzas de méritos del capitán Alonso de Herrera y Olalla hechas por su hijos, el capitán Juan López de Herrera en 1584 y luego en 1607, Antonio de Olalla. El punto de arranque han sido las obras clásicas de Flórez Ocáriz, Aguado, Freyle y, sobre todo, las investigaciones de José Ignacio de Avellaneda.

Inicios

Alonso de Herrera y Olalla fue el tercer agudeño que decidió aventurarse en busca de las oportunidades que ofrecía el llamado Nuevo Mundo. No sabemos la suerte que corrieron los dos anteriores que marcharon a aquellas tierras en 1513, Francisco Moreno y Rodrigo Martín.

Alonso de Herrera y Olalla nació en Agudo en torno a 1505, hijo de Benito López Herrera y de Doña Olalla, conocida como la rica. Según Flórez Ocáriz, era hijodalgo de sangre y su padre era señor de una dehesa llamada Barbadillo en las montañas de León. También nos dice que estaba casado en Agudo. No sabemos exactamente los motivos que le llevaron a dejar todo y embarcarse en 1534, pero pero posiblemente el caldo de cultivo ya estaba en el ambiente,  y además estaban pasando cosas en poblaciones cercanas.

Con el reinado de Carlos I, Castilla extenderá sus territorios sobre gran parte de América. Las noticias que llegaban de las nuevas tierras y, sobre todo las enormes riquezas , constituían un imán irresistible para muchos. El retorno a España del medenillense Hernán Cortés en 1528 tuvo que provocar un gran revuelo. Trajo consigo varios nativos, animales exóticos y muchas riquezas:  volvió rico y además, fue nombrado marqués de Oaxaca. Tras su encuentro con el emperador Carlos V, fue a Guadalupe, donde hizo una ofrenda a la Virgen como favor por haber sanado tras la picadura del alacrán considerado más peligroso del mundo. Regaló a la Virgen de Guadalupe una joya con forma de alacrán.

Joya entregada a la Virgen de Guadalupe por Hernán Cortés en 1528
Un año más tarde, también retorna a España Francisco Pizarro en lo que se conocen como las Capitulaciones de Toledo de 1529. Entre otras, consiguió la autorización para continuar su campaña de descubrimiento y conquista del Perú.
Plaza Mayor de Trujillo y estatua ecuestre de Pizarro
Su paso por Trujillo tuvo que ser espectacular y las noticias tuvieron que extenderse a las poblaciones cercanas. Consiguió convencer a otros vecinos y familiares suyos para que se fueran con él. De este grupo, destacaría poco más tarde el también trujillense Francisco de Orellana, por ser el primer europeo que navegó por el Amazonas.

Daba así comienzo una nueva etapa en la exploración del Nuevo Mundo, hacia el interior, creándose nuevas expediciones para tal fin. En el transcurso de unos pocos años, al menos once agudeños decidieron probar fortuna (ver la entrada Pasajeros a Indias de Agudo).

En este contexto, Alonso de Herrera y Olalla se va a Sevilla, se enrola bajo las órdenes del alemán Jorge de Espira (Georg Hohemurt von Speyer), y zarpa hacia Venezuela el 19 de Octubre de 1534.

Provincia de Venezuela

Desde su coronación como Emperador, Carlos V siempre anduvo necesitado de dinero. En 1528, y para pagar una deuda, firmó una capitulación con la familia de banqueros Welser, mediante la cual les permitía la conquista, exploración y explotación de la provincia de Venezuela.

Los Welser escogieron como primer gobernador en Santo Domingo a Ambrosio Alfinger en 1529. Esperaban encontrar el paso que conectara la laguna de Maracaibo con el Océano Pacífico, para acortar el camino hacia el Lejano Oriente y poder conseguir un lucrativo negocio con las especias. Se instaló en Coro y sería duramente criticado por los españoles que estaban bajo sus órdenes. Alfinger murió en 1533 y fue sustituido por Jorge de Espira, que llegó en compañía de 600 hombres y de su teniente de gobernador, Nicolás Féderman.

Espira salió en expediciones de conquista y dejó a Féderman con instrucciones muy precisas que no cumplió. Féderman decidió ir hacia el interior buscando la rica región de Xerira y el valle de los Alcázares, región a la que previamente había intentado ir Alfinger. Las noticias del "Tesoro de Xerira" influirán enormemente en Féderman que iniciará su última andadura hacia el sur.

A partir de este momento la búsqueda de Xerira o del Meta, confluye en lo que se conoce como la búsqueda del Dorado, que motivó la conquista del interior del Nuevo Reino de Granada.

El mito de El Dorado

Cuando los españoles empiezan a explorar el interior del continente, los nativos siempre les indicaban que existía una ciudad hecha completamente de oro, y riquezas inimaginables, siempre al sur. Seguramente lo que querían era alejar lo máximo posible de sus poblados a estos soldados y así evitar el peligro que suponían.

La búsqueda de una ciudad de oro se convertiría en el objeto de deseo de los conquistadores. Las historias se iban sucediendo y alimentando la leyenda del Dorado.

Nicolás Féderman

Nicolás Féderman
Como decíamos, al poco tiempo de llegar Jorge de Espira en 1535, la tropa se dividió en dos grupos. El primero, a las órdenes de Espira,se dirigió a la conquista de los Choques, el resto se fue con Féderman, pero hacia el interior, en busca del tesoro de Xerira. En este grupo es donde irá Alonso de Herrera y Olalla.

Partieron 200 hombres y 70 caballos al Cabo de la Vela bajo las órdenes del capitán Antonio de Chávez. Al llegar a la laguna de Maracaibo, se encontraron con el capitán Diego Martínez, que les estaba esperando con sus embarcaciones para pasarlos al otro lado. Allí decidieron separarse en tres grupos y empezaron las penalidades que duraron tres años.

La expedición se encontró con numerosos pueblos muy belicosos que los hostigaron continuamente con flechas envenenadas. Esto, unido al hambre, provocó que el número de muertos y enfermos fuera creciendo. Varios soldados bajo las órdenes del capitán Pedro Limpias se apartaron del grupo principal y se perdieron. Alonso de Herrera y Olalla fue en su busca y consiguió encontrarlos cuando estaban ya en las últimas. Habían muerto ocho soldados por el hambre, por los ataques de los indios y por los tigres. Uno de los hombres a los que rescató fue Francisco Maldonado; Alonso de Herrera y Olalla sería testigo en su probanza de méritos. En esta probanza también cuenta como muchos murieron arrimados a él cuando cruzaron posteriormente el páramo y una noche, por las tempestades que hubo, no pudieron hacer nada para ayudarse, encontrando que, al día siguiente, los cuerpos habían sido arrastrados y las ropas comidas por los caballos. También describe el hambre que pasaron, que todos los soldados comieron raíces e, incluso, otras cosas peores, y que tenían que protegerse del frío refugiándose en cuevas o casitas.

El encuentro de los tres conquistadores

En 1539, Féderman recibe noticias de otras dos expediciones que se dirigían prácticamente al mismo sitio donde iba él. Se encontraron de forma casual las expediciones de Féderman, que había salido desde Coro, la de Gonzalo Jiménez de Quesada, desde Santa Marta y, desde Perú, la de Sebastián de Belalcázar.



Aun hoy en día sigue pareciendo increible el alcance de cada expedición. La de Féderman había salido de Coro, atravesó las llanuras del Orinoco y remontó la Cordillera de los Andes hasta llegar al Altiplano, donde estaban los Muiscas. De los 400 soldados que salieron con Féderman, llegaron vivos tan solo 160, semidesnudos y muy hambrientos cuando se produjo este encuentro.

Sebastián de Belalcázar (nacido en Belalcázar - Córdoba - a 91 kms de Agudo), había salido desde Quito con una fuerza de 500 hombres, también iba buscando el ansiado oro. Uno de sus oficiales obtuvo una confesión donde decía que al norte hallarían oro en abundancia. Les habló de la existencia de un cacique indio que se bañaba en oro desde los pies a la cabeza todas las mañanas y se lavaba todas las noches en un lago sagrado.



Gonzalo Jiménez de Quesada, el conquistador más conocido en el Nuevo Reino de Granada, bajó el río Magdalena buscando los Llanos Orientales, también, y como no, por sus riquezas. De los 800 hombres que salieron de Santa Marta, tan solo llegaron menos de doscientos.

Gonzalo Jiménez de Quesada
Uno de los hechos más notables de este encuentro, fue la fundación oficial de la ciudad de Santa Fe de Bogotá el 27 de Abril de 1539. Alonso de Herrera y Olalla tuvo que estar allí en ese momento, puesto que cuando se hace la repartición de solares entre los vecinos , a él le tocó uno de los mejores, donde construyó la primera casa de tapias de la ciudad.

Fundación de Bogotá, por Pedro A. Quijano
Inmediatamente surgen diferencias por el reparto de estas tierras. Los tres conquistadores deciden partir ese mismo año a España para solucionar estos problemas. El rey nombró a Jiménez de Quesada mariscal del Nuevo Reino de Granada, a Sebastián de Belalcázar le hizo gobernador de Popayán y Féderman, fue detenido por orden de los Welser. Murió en prisión en 1542, tras haber caído enfermo. A los Welser no les gustó nada que Féderman decidiera dejar a sus hombres bajo las órdenes de Hernán Pérez de Quesada mientras venía a España.

Como testimonio de todo lo indicado anteriormente y de las dificultades por las que tuvieron que atravesar,  Francisco de Torralba en su probanza de méritos  de 1563 dice "... habrá treinta años que pasé en las Provincias de las indias de Venezuela y Santa Marta, donde me hallé con los gobernadores de ella en estas conquistas y descubrimientos, padeciendo grandes y excesivos trabajos, tanto que de cuatrocientos hombres en la primera entrada que entramos dentro de dos años no escapamos más de ochenta con las vidas y luego, volvimos a la costa perdidos y desbaratados; y salió por otro gobernador que se llamaba Féderman con cuatro cientos y cincuenta hombres y dentro de dos años y medio entramos en el Nuevo Reino de Granada ciento y setenta porque todos los demás perecieron en la guerra de los indios y la mayor parte de ellos de hambre y necesidades. En el cual dicho Nuevo Reino me hallé en la conquista, población y pacificación de él. ...matándonos muchos cristianos por ser los indios belicosos y tener yerba ponzoñosa, que en hiriendo con ella morían rabiando. Y teniendo gran noticia de nueva tierra ... salimos con el General Hernán Pérez de Quesada al dicho Nuevo Reino a descubrir y conquistar  .. donde padecimos todos los cristianos grandes y excesivos trabajos... llegamos a tanta necesidad de que en todo el año no comíamos carne ni sal sino palmitos de la montaña y los caballos se nos morían de flacos y nos comíamos las carnes y el cuero y algunas veces les sangrábamos para comerles la sangre, y comimos perros y otras sabandijas malas, llegando a tanta necesidad los cristianos que se quedaban por el camino de ocho en ocho y diez y en diez vivos que no podían pasar a levantarse de pura hambre y flaqueza y los pocos indios que había en los montes eran tales que comían carne humana y a los que se quedaban los oíamos despedazar vivos y comérselos sin poderlo remediar. De la cual Jornada salimos setenta hombres de trescientos que entramos ..."

Los sucesos de Vélez y Simijaca

A principios de 1540, para evitar un posible alzamiento de los indios de Tunja, Hernán Pérez de Quesada (hermano de Gonzalo) mató al cacique de esa ciudad, lo que provocó la rebelión de las provincias de Santa Fe, Vélez y Tunja. El Capitán Juan de Céspedes salió a pacificar y castigar a los rebeldes con una fuerza de 130 hombres, donde estaba Alonso de Herrera y Olalla. Detacaría en la defensa de Vélez.

A continuación, Céspedes se entera que los muiscas se habían hecho fuertes en una peña alta. En primer lugar, estaban los Tausas y los Sutas, a quienes los españoles sorprendieron a pesar de estar en un sitio casi inexpugnable. Una vez allanados estos, fueron al peñón de Simijaca también muy elevado y de muy difícil acceso. Cuando los españoles pretendían subir por el estrechísimo camino, les caía una lluvia de flechas y piedras desde lo alto. El capitán Juan Céspedes envió a Francisco de Murcia en una maniobra de distracción, mientras que Alonso de Olalla, Pedro Gutiérrez, Miguel Sánchez, Juan de Quincoces y Antón Flamenco intentaban llegar a una de las cuevas más bajas para desalojar a sus defensores. Al subir por el estrecho sendero, les cayó de todo. Gutiérrez murió aplastado por unas piedras. Cuando lograron subir, Alonso de Herrera y Olalla recibió una pedrada y cayó despeñado desde una altura considerable.

En la probanza de Francisco Maldonado, el mismo Olalla dice que cayó desde una altura de 200 estadios, Flórez Ocariz dice 100 estadios;  y Aguado, que cayó desde una altura de 60 estadios, lo que parece más probable. Si un estadio son dos metros, cuando menos la caída fue de 120 metros.

El hecho es que salvó la vida gracias a que fue dando con las copas de árboles y arbustos, que fueron amortiguando su caída, al contrario de los cinco indios que también cayeron con él y murieron. Alonso de Olalla estuvo dos años recuperándose y quedó cojo por vida, recibiendo el sobrenombre del "cojo Olalla". El lugar donde se produjeron los incidentes se conoce aun hoy como Peñón de Moyba o Salto de Olalla.

Peñón de Moyba o Salto de Olalla
Tocaima, Mariquita y Pamplona.

Tras reponerse de sus heridas, Alonso de Herrera y Olalla aparece al lado del capitán Hernán Venegas Carrillo, que fue comisionado para establecer una fundación entre los panches que facilitara el acceso a las minas de oro. El 20 de marzo de 1544 se funda la ciudad de Tocaima, donde estaba Alonso de Olalla.

En 1549 con Ortún de Velasco, y coincidiendo con Pedro de Ursúa, también estuvo presente en la población y fundación de las ciudades de Mariquita y Pamplona, en ésta con el capitán Francisco Nuñez Pedroso en 1551. En 1552, se establecen los límites de la ciudad, y en el reparto, será de Alonso de Olalla donde están los indios Miranda y la loma de Chapaimilla. Pero el alcalde Pedro de Saucedo tomó posesión de este terreno bajo su jurisdicción, lo que motivó el rechazo por parte de Alonso de Olalla. Según el historiador Jose Ignacio de Avellanada, no se sabe si fue por estos motivos o por otros, pero surgió una gran enemistad entre Nuñez Pedroso y Olalla.

Alonso de Olalla entregó un informe con acusaciones muy graves sobre el tratamiento cruel que había dado Núñez Pedroso a los indios, y también acusó al alcalde Pedro de Saucedo por todos los crímenes que cometió, ya que mandó ahorcar a numerosos jefes locales. Por estos hechos, Pedro Saucedo fue condenado a morir en la picota en la plaza pública de Santa Fe. Se trata de uno de los dos casos conocidos durante la conquista del Nuevo Reino de Granada, donde se condenó a un conquistador por las crueldades que realizó.

A su costa tuvo también que pacificar a los indios de Bituima, lo que resolvió sin derramar sangre. Poco después, se rebelaron los indios del distrito de la Palma, donde asesinaron a varios españoles. Logró la pacificación de la zona entre Honda y Santa Fe de Bogotá.

Villeta y Facatativá

La ciudad de Villeta (San Miguel) se encuentra en el departamento de Cundinamarca y cuenta actualmente con una población de unos 23.000 habitantes. Fue fundada por Alonso de Herrera y Olalla y Hernando de Alcocer el 29 de Septiembre de 1551. Estaba en el camino hacia el Rionegro y, poco después, hacia Honda, siendo un lugar para el descanso.

Hernando de Alcocer nació en la vecina Puebla de Alcocer, (Badajoz, 38 kms. de Agudo) y entró en Venezuela en 1529 con Alfinger. Durante la tercera expedición de Féderman, conoció a Alonso de Olalla y se convirtieron en buenos amigos y socios.

En Facatativá, tuvo una encomienda que posteriormente heredó su hijo, el capitán Juan López de Herrera. También fue encomendero de panches, Matima, Sasaima y Nocaima.

Honda y el camino hacia Santa Fe

Una de las acciones más importantes hechas por Alonso de Olalla fue abrir caminos entre las tres primeras ciudades del Reino de Nueva Granada y  mejorar la navegación en el río Magdalena.

El primer camino por tierra conocido en el reino lo tomó Gonzalo Jiménez de Quesada , que desde el Opón y el Magdalena subía por Vélez. Todas las mercancías que eran necesarias para las nuevas ciudades seguían esta ruta. Luego lo acortó Lanchero al establecer el desembarcadero del Carare. Otro era el de Santa Fe -Tocaima para seguir por el Magdalena.

Alonso de Olalla que tenía un gran conocimiento de la región y, además, era encomendero de Facatativá, propuso a su amigo Hernando de Alcocer un acuerdo para abrir un camino para las bestias y carretas que uniera Santa Fe con Honda. El contrato se firmó con la Real Audiencia en 1533.

Este camino acortó el tiempo de los viajes e hizo menos dura la vida de los indios que se dedicaban a bogar las embarcaciones. El viaje por el río Magdalena , desde Cartagena o Santa Marta hasta Honda, podía llevar como mínimo tres semanas. Entre Santa Fe y Honda había unas 23 ó 24 leguas, de las cuales 15 se recorrían entre montañas hasta Facatativá, y el resto por la planicie de los Llanos de Bogotá. Esto suponía otros cuatro o más días, en función de las condiciones climatológicas.

Honda, Villeta y Facatativá se beneficiaron de este auge comercial.

Camino de Honda a Santa Fe. Elaboración propia
La orografía del terreno muestra las dificultades que tenían que superar para el transporte de mercancías. En Honda, hay una altitud sobre el nivel del mar de unos 225 metros. Debían subir hasta los 2.600 metros de Facatativá y luego entrar en el altiplano hasta Santa Fe.

En los primeros años, se utilizaban pequeñas canoas con diez o quince remeros. Desde Santa Fe a Santa Marta o Cartagena era algo más fácil la ida que la vuelta, donde se remaba contra corriente. En la boga, había indios tanto dentro de las embarcaciones como en las orillas que utilizaban largas varas para avanzar. El número de viajes  y su dureza se fueron incrementando, lo que hizo disminuir la población nativa en las orillas de forma alarmante. Muchos pueblos fueron abandonados para no tener que realizar este durísimo trabajo.

Boga en el río Magdalena
Este camino terminaba en un sitio llamado desembarcadero de Mariquita o puerto de Montaño. Desde allí hasta Río Negro, Olalla abrió otro camino que posteriormente un huracán destrozó. En 1555, lo nombran alcalde mayor del nuevo desembarcadero sobre el Magdalena. Poco después también abrió otro camino por la vía de Chapaima, también a su costa. 

Esto en lo relativo a los caminos por tierra, en la parte fluvial, también se asoció con Francisco Gómez de la Feria. Querían fundar un lugar para recibir las mercancías, almacenarlas y distribuirlas a otras partes, se llamó Bodega de Bogotá, al lado de Honda.

Para paliar los efectos sobre los indios, introdujo a varios esclavos negros y compró dos barcos, conocidos como Champanes. De hecho fue, él quien introdujo este tipo de embarcación. Este tipo de barco se popularizó y se redujeron los esfuerzos humanos necesarios para la boga. Estuvieron usándose hasta 1830, cuando apareció la navegación a vapor.

En palabras de Pedro Delecana, testigo de su probanza y vecino de la ciudad de la Palma "... sabe este testigo y es público y notorio que en la población de esta ciudad de la Palma a donde este testigo es vecino, el capitán Alonso de Olalla fue nombrado por capitán y Justicia Mayor en ella. Entre muchos otros servicios que hizo a su majestad durante el tiempo que fue tal Justicia fue un servicio muy señalado de la Angostura de la Palma y agora es poblado y se hace escala de todas la mercadurías que suben para este reino que él en gran pro y aumento de los naturales del río Grande porque se les acortó muy grande parte de la boga y en el descubrimiento de este puerto por haber grande arcabuco y ciénagas y por haber ido costeando tuvo gran riesgo de su persona ..en lo cual gastó muchos pesos de oro ..."

Tirano Lope de Aguirre 

En 1560, se produjeron unos hechos que han dado origen a multitud de libros e, incluso, se han llevado al cine. Se trata de la expedición que organizó el virrey Andrés Hurtado de Mendoza para ir al mítico el Dorado, que supuestamente iba a encontrar en el territorio de los Omeguas. Al mando estaba Pedro de Ursúa y entre los soldados iba el tristemente conocido Lope de Aguirre.

Esta expedición se convirtió en una pesadilla cuando Aguirre asesina a Pedro de Ursúa, y se convirtió en caudillo. Allá por donde pasaba, iba dejando un reguero de sangre, tanto de indios como de españoles. Su locura le llevó a declarar la guerra al imperio español, llamando traidor a Felipe II.
Cuando se supo que había entrado en el Nuevo Reino de Granada, en todas partes se empezaron a montar expediciones para ir en su busca y captura.  Nicolás de Nápoles, testigo de la probanza del capitán Alonso de Olalla, dice que "conoció al capitán Alonso de Olalla por alférez de la Compañía del Capitán Antonio de Olalla cuando iba contra Lope de Aguirre tirano.". 

El 26 de Octubre de 1561 dos de sus hombres (llamados marañones)  le asesinaron. Las expediciones que iban en su busca se disolvieron.
Lope de Aguirre
Otros hechos

El negocio de los puertos que había creado conjuntamente con Hernando de Alcocer fue prosperando y la corona lo tomó para sí, ya que rentaban por entonces más de diez mil pesos de oro cada año.  En 1572, Alonso de Herrera y Olalla pide que se le gratifique con oficios de gobierno, ya que se gastó unos cuarenta mil ducados de su bolsillo para proveer los barcos y todo lo necesario. El rey se mostró a su favor.

Posteriormente y tras su fallecimiento, su hijo Juan López de Herrera volvió a reclamar las gratificaciones que el rey hizo a su padre en 1572, y  pidió 2.000 pesos en buen oro por el derecho de los puertos o en indios vacos de Pasca, Chiapas y Cajica.

El capitán Alonso de Herrera y Olalla también era propietario de algunas minas dedicadas a la extracción de oro y plata.

De su talla e influencia dan muestra los cargos públicos que ejerció:  fue alcalde de Santa Fe en 1563, 1571 y 1579.

Contrajo matrimonio con Juana Miguel de Mayorga y tuvieron once hijos:

- Francisco de Olalla ,como primogénito heredó las encomiendas de su padre.
- el capitán Juan López de Herrera
- el capitán Antonio de Olalla
- Fray Nicolás de Olalla, religioso de San Francisco
- Alonso de Olalla, clérigo
- Doña Juana de Olalla
- Doña María de Herrera Olalla
- Doña Ana de Olalla, que murió doncella
- otra Doña Ana de Herrera y Olalla
- Doña Isabel de Herrera y Oalla
- Bernardo de Herrera y Olalla

Jornada de los indios Sutagaos- Valle de la Plata

El adelantado Gonzalo Jiménez de Quesada quería realizar otra conquista y nombró a Alonso de Olalla teniente de gobernador y capitán general. Mientras la Real Audiencia consultaba a la Corte , muere don Gonzalo Jiménez de Quesada en Mariquita el 16 de febrero de 1579 . Alonso de Olalla pidió para sí esta capitulación  al  presidente de la Real Audiencia, Lope de Armendáriz ,especificando que tenga tenga en cuenta los servicios prestados durante sus 46 años de permanencia en Indias.

Alonso de Olalla y sus hijos, Juan López de Herrera y Antonio de Olalla, son comisionados por la Real Audiencia para que vayan al descubrimiento y conquista de los indios sutagaos, que estaban siendo exterminados por los indios pijaos.  Esta capitulación comprendía "toda la tierra que hubiera en aguas vertientes sobre el Río Grande de la Magdalena y sobre los llanos y aguas vertientes de una parte y de la otra, con la cordillera que corre de esta sierra en que estamos, que comienza en el pueblo de Pasca hacia la villa de la Plata y Timaná, cien leguas de longitud y latitud de una parte a otra línea recta por la altura, con todas las provincias de naturales y en esto entraren y descubrieren".

El octagenario capitán Alonso de Herrera y Olalla salió a comienzos del 1580 " a la conquista y jornada del Valle de la Plata, donde metió más de sesenta hombres españoles e demás bagaje, todo a su costa ... y gastó más de diez mil pesos, con mucha cantidad de vacas, puercos, carneros, ovejas y cabras y otras muchas cosas ...."

A pesar de su avanzada edad, iba con su machete abriendo caminos. Tras entrar en la provincia de los Moquequa, falleció. Le sucedió al frente de la expedición su hijo Juan López de Herrera y decidió continuar. Francisco Méndez Valdivieso fue testigo de su muerte y dice que ocurrió en el valle de Banbasaque o Tecuasaque. Para conservar los restos y evitar la putrefacción o alguna enfermedad, decidieron salarlo y secarlo. El capitán Alonso de Herrera y Olalla fue enterrado finalmente en la iglesia de San Francisco en la ciudad de Santa Fe (actualmente es la iglesia más antigua de Bogotá).
Iglesia de San Francisco , Bogotá
El Capitán Alonso de Olalla gastó muchísimo dinero en preparar todo lo necesario para la Jornada y provincia de los Sutagaos. Tras su muerte, los acreedores reclamaron el dinero que se les debía y la venta de los bienes no llegó a cubrir toda la deuda, dejando arruinada a su familia. Las probanzas de méritos se hacían para reclamar dinero o cargos por los servicios prestados.

En la probanza de Alonso de Herrera y Olalla que presentó su hijo, el capitán Juan López de Herrera en 1584, insiste en todos los méritos que realizó su padre, en el dinero que se gastaron en ello y que debeían ser recompensados. Tras la venta de la hacienda, el capitán Juan López de Herrera se hace cargo de dos hermanas, tres sobrinas y otros tres hermanos varones a los que tuvo que sustentar, vestir y dar de comer. A su vez, él también se gastó muchos pesos de oro en el avío de los soldados, caballos, arcabuces,lanzas y en vacas, puercos y todo lo necesario. Fundó un pueblo que llamó Nuestra Señora de Altagracia de Sumapaz "y en ella puso alcaldes, regidores y los oficiales necesarios que tienen las otras ciudades de estos reinos, y allanó y pacificó a los naturales de la provincia e hizo una salida tierra dentro a la tierra de los Pijaos, adonde unos indios salteadores y caribes comen carne humana y destruyen los naturales de aquellas provincias".

También fundó San Juan de Yeima y el Caguán (Espíritu Santo). Y por todo ello, recibió el título de Gobernador del Valle de la Plata, que mantuvo durante quince años.

Cuando murió el capitán Juan López de Herrera, su hermano el capitán Antonio de Olalla le sucedió en las reclamaciones. Pidió algún cargo de gobierno en Cartagena, Popayán, Antioquía o Santa Marta, "y mientras esto llegara, que le hiciese merced de gobernador del Valle de la plata del que ya era propietario."
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De este modo vivió y murió uno de los conquistadores más activos y emprendedores que vio aquella tierra "gastando su vida y hacienda para servir a su majestad".

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Fuentes:

- Jose Ignacio de Avellaneda Navas "Los compañeros de Federman, Cofundadores de Santa Fe de Bogotá. Academia de la Historia de Bogotá, 1990.
- Juan Friede, Los Welser en la conquista de Venezuela, Caracas-Madrid, 1961.
- Javier López Medellín, Hernán Cortés y la joya del alacrán, http://medellinhistoria.com/data/sections/12/docs/1407259666.pdf.
- AGI Patronato,160,N.1,R.9, Méritos de Francisco Maldonado: Nuevo Reino de Granada, 1575
- AGI Patronato,165,N.1,R.7, Méritos de Alonso de Olalla e hijo: Venezuela, 1585.
- AGI Patronato,167,N.6,R.1, Méritos de Alonso de Olalla: Nuevo Reino de Granada, 1607.
- AGI Patronato,154,N.3,R.5, Méritos de Francisco de Torralva
- http://www.eldoradocolombia.com/nicolas_de_federman.html
- http://patrimoniosimijaca.blogspot.co.uk/
- Fray Pedro Aguado, Recopilación historia resolutoria de Santa Marta y Nuevo Reino de Granada de las Indias , Madrid, España-Calpe, 1930.
- Juan Rodríguez Freyle, El Carnero: conquista y descubrimiento del Nuevo Reino de Granada.
- Joaquín Acosta, Compendio histórico del descubrimiento y colonización de la Nueva Granada.
- Lucas Fernández de Piedrahita, Historia General de las conquistas del Nuevo Reino de Granada.
- Juan Flórez de Ocáriz, Libro segundo Genealogías del Nuevo Reino de Granada. Árbol XXVII de Alonso Olalla Herrera, 1678
- Pedro Simón, Noticias historiales de las conquistas de tierra firme en las Indias occidentales
- Hugh Thomas, El Imperio español de Carlos V, Editorial Planeta, Barcelona, 2010.
- Beatriz Eugenia Rincón Rodríguez, Estrategias de colonización en Tolima: interacción sociocultural en la villa de San Bartolomé de Honda (siglos XVI - XVII), Universidad Nacional de Colombia
Facultad de Ciencias Humana, Departamento de Antropología Bogotá, Colombia 2013.
- Magdalena Jiménez, Vías de comunicación desde el virreinato hasta la aparición de la navegación a vapor por el Magdalena, 1989.
- Anibal Noguera Mendoza, Crónica grande del Río de la Magdalena, Colombia, Fondo Cultural Cafetero 1980
- Antonio Ybot León, la arteria histórica del Nuevo Reino de Granada: Cartagena - Santa Fe, 1538-1798, Bogotá, ABC, 1952
- Jorge Meléndez Sánchez, Salida al río: historia colonial de la villa de Guaduas.
-  José Ignacio Avellaneda Nava, la expedición de Belalcázar al Mar del Norte y su llegada al Nuevo Reino de Granada. Bogotá, Banco de la República , 1992.
- Roberto Velandia, la villa de San Bartolomé de Honda, Cámara de Comercio, 1989.

Para conocer más sobre algunos de los sitios que aparecen en este artículo

- Interesante vídeo en youtube sobre el Parque Arqueológico de Facatativá,Parque Arqueológico de Facatativá por Crónicas Mutantes, 2014,
Información sobre Villeta y sobre cómo se hace la Panela.
-  Página oficial de Villeta en el facebook ,se pueden ver las actividades que hicieron recientemente para celebrar el 463 aniversario de su fundación.
Honda, la ciudad de los puentes
-  La Leyenda del Dorado






lunes, 20 de octubre de 2014

Nuestra Señora de la Estrella, Agudo (Ciudad Real). Tres vírgenes para una ermita


Isabel Cabrera me ha enviado este interesante artículo sobre las imágenes de la Virgen de la Estrella de Agudo, para su publicación en el blog. (En un futuro cercano, yo también aportaré algunos datos al respecto, dentro del contexto de religiosidad popular que ya he empezado a desarrollar).

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Por Isabel Cabrera.

El texto que se incluye a continuación es consecuencia de una petición realizada por un miembro de la directiva de la Hermandad con el fin de reunir algunos datos que complementaran la fotografía de la Virgen, que forma parte de la “I Exposición Itinerante sobre Fotografías de Vírgenes de la Estrella”. En un principio, se pretendía recabar información sobre leyendas relacionadas con la aparición, milagros, etc., pero el tema daba poco de sí y se decidió tirar del hilo de las imágenes, que parecía más prometedor. De este modo se ha conseguido reunir un conjunto de datos poco conocidos sobre la que, seguramente, fuera la primera figura de la Virgen María que acogieron los edificios de culto en Agudo. La antigüedad de la escultura, evidenciada por la materia prima y por los rasgos arcaizantes que se intuyen en la fotografía conservada, incrementa la parca información que poseemos sobre los orígenes de nuestro pueblo.

La mala calidad de la fotografía y mis mediocres conocimientos sobre la materia no me permiten una adscripción cronológica de la talla antigua de la Estrella por lo que considero oportuno adjuntar la foto por si alguien más versado en Photoshop o Arte Medieval pudiera aportar nuevos datos.
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Nuestra Señora de la Estrella, Agudo (Ciudad Real). Tres vírgenes para una ermita

En Agudo se recuerda una vieja tradición, según la cual la Virgen se apareció sobre una higuera, que crecía en el lugar donde después se construiría su ermita. La idea no es demasiado original si tenemos en cuenta que en un trabajo realizado sobre catorce santuarios marianos de la provincia de Ciudad Real (Guía para visitar los santuarios marianos de Castilla La-Mancha) tres de las apariciones sucedieron sobre un árbol, nacido en el lugar donde después se construiría la ermita –Virgen del Monte de Bolaños de Calatrava, Virgen de los Santos de Pozuelo de Calatrava y Virgen de la Carrasca de Villahermosa–.

Las primeras menciones conocidas sobre la ermita de la Virgen se remontan a 1502 y 1510, corresponden a los visitadores de la Orden de Calatrava y especifican que los actos cultuales se realizan en la iglesia de Santa María al hallarse la iglesia de San Benito en obras. En esos años la Virgen aún es Santa María a secas y continuará siéndolo en los documentos posteriores al menos hasta 1589, cuando se menciona de ese modo en las ordenanzas de la cofradía de la Vera Cruz. Raquel Torres Jiménez ha sugerido la posibilidad de que la ermita de Santa María podría haber sido la parroquia de la población antes que la iglesia de San Benito; el cambio de titularidad tendría que haber sucedido antes de 1493, momento en que se documenta la última como iglesia mayor de la villa.

La información es más parca aún en lo que respecta a la imagen. Se conserva una fotografía anterior a 1914 de muy escasa calidad, una nota en un inventario de bienes, fechado en 1882, donde se apunta la siguiente descripción: de piedra tallada con el niño Jesús en brazos, pliegues del traje bastante estropeados. El testimonio de un vecino y tres pequeños fragmentos con restos pictóricos, atribuidos a la escultura, completan toda la documentación. En la fotografía parece apreciarse que los rasgos de la Virgen son arcaicos, con ojos grandes y cejas muy arqueadas, que el niño mira hacia el frente-derecha y que el conjunto no fue concebido para vestir porque los ropajes no se le acoplan. Los restos de pintura de los fragmentos denotan antigüedad, aunque no podemos precisar más a falta de un estudio de los mismos. De la anotación del inventario de 1882 cabe deducir que la escultura había sido modificada, seguramente, con el fin de adaptarla a los nuevos tiempos y, en la Guía para visitar los Santuarios Marianos de Castilla La-Mancha, José Jimeno comenta que la Virgen del Prado de Ciudad Real fue la primera imagen mutilada para vestir, hecho que tuvo lugar en el siglo XVII –el autor no cita la fuente–; así pues, si el dato es correcto, la nuestra debió remodelarse en un momento algo posterior. El uso de la piedra en la elaboración de imágenes religiosas exentas no ha estado muy generalizado a causa del coste, el peso y la fragilidad a la hora de procesionar. Nuestra provincia conserva dos imágenes pétreas de María, la Virgen de los Mártires de Carrión, datada a comienzos del siglo XIII, y la de las Cruces de Daimiel, que correspondería al siglo XIV. Ambas, que fueron destruidas en la Guerra Civil y restauradas con posterioridad, pertenecen a poblaciones que formaron parte de los territorios de la Orden de Calatrava por lo que no resultaría muy descabellado que guardaran alguna relación con la que se veneró en la ermita de Agudo. Por el testimonio de un contemporáneo, conocemos que nuestra primera Virgen de la Estrella, que en los primeros tiempos se había denominado Santa María, fue destruida el tres de agosto de 1936 aunque ignoramos la identidad de la persona que recogió unos pocos fragmentos muy valiosos de cara a incrementar los datos sobre el devenir de nuestro pueblo.

Virgen Ntra. Sra. de la Estrella - Imagen de Piedra 

La segunda Virgen de la Estrella tuvo una presencia cultual mucho más reducida. Donada por Don. Birilo Puebla al poco de finalizar la Guerra Civil, se sustituyó por la actual en 1958, por lo que su estancia en la ermita no alcanzó los veinte años. Se trata de una imagen de vestir, realizada en madera, de buena calidad y con los suficientes puntos de movimiento en sus extremidades superiores para facilitar el cambio de vestuario de la figura, lo que pone de manifiesto el conocimiento del oficio por parte del artesano. En la cara posterior de la peana presenta una inscripción, “Hijo de J. Renalias. Tarrasa”. Es conocida la tradición imaginera catalana, pero ignorábamos cualquier información sobre ese taller en concreto; gracias al Museo de Tarrasa y, más concretamente, a Dª Teresa Gassó sabemos algunos datos más. El autor, Emilio Renalias i Pi, realizó algunas figuras interesantes como el paso de la Flagelación, que formaba parte de la procesión del Santo Entierro de Tarrasa, y se había formado en el taller de su padre, Josep Renalias i Carreras (1878-1934), también escultor especialista en la talla de imágenes religiosas. Conocida por los vecinos como “Virgen de los Puebla” a fin de distinguirla de la nueva, se guarda en casa de los familiares del donante.

Virgen de los Puebla

Únicamente una Inmaculada, procedente del Asilo y conservada aún en la iglesia parroquial, sobrevivió a la Guerra Civil; cuentan los que lo vivieron que representó también a la Candelaria y a una figurita del Belén. Mediante donaciones y limosnas, Agudo intentó recuperar, poco a poco, el elenco de imágenes de los personajes sagrados a los que siempre había recurrido en caso de necesidad, aunque no fue posible completar en menos de dos décadas el conjunto de santos que había costado reunir varios siglos. Quizá por ello sorprendió mucho la donación de una nueva Virgen de la Estrella, que ocuparía el lugar de la que había sido regalada pocos años antes; en una población pequeña y escasa de acontecimientos, el hecho suscitó todo tipo de comentarios sobre el aspecto físico de una y otra, las razones del cambio y otros asuntos que no viene al caso comentar.

La nueva Patrona de Agudo era una obra del escultor Luis Marco Pérez; según parece uno de los mejores imagineros españoles del siglo XX–los datos proceden de internet–, que realizó obras para la Semana Santa de Cuenca y algunas iglesias de Ciudad Real. Por proximidad geográfica, cabe destacar una imagen del Nazareno que procesiona en la Semana Santa de Almadén y que podría tener alguna asociación con nuestra Virgen de la Estrella.

Respecto a la talla, destacar que no se ha podido observar completa al presentar un acolchado de guata y cartón, que tiene como objetivo mejorar el aspecto de las vestiduras. Emulando a los vecinos de la época, que compararon la segunda y la tercera, cabe decir que la última tiene bastante menos movilidad en los brazos –solo en el codo, frente al hombro codo y muñeca que se observa en la de los Puebla– y que carece o está inutilizado el sistema de sujeción del niño con la madre por lo que habrá de utilizarse una cuerda o similar cuando la imagen procesione –el niño de la de los Puebla está bien sujeto mediante un garabato de hierro–. Ambas imágenes tienen un rostro hermoso. Tal vez la talla de Marco Pérez tenga un aspecto más moderno, lo que no debe sorprender si se tiene en cuenta la formación y la trayectoria profesional del artista; tampoco es extraño que Renalias realizara una representación más convencional, producto de su aprendizaje en el taller de su padre en una ciudad con amplia trayectoria imaginera. Cabe mencionar las diferencias que se observan en los semblantes de los dos personajes de la obra de Marco Pérez y no podemos dejar de preguntarnos si la figura del niño es obra de otra mano menos experimentada.


Virgen Ntra. Sra. de la Estrella, imagen actual


Bibliografía:
-Cabrera Gómez, I. y Penas Gutiérrez, E. (1998): Agudo. Una villa de la Encomienda Mayor de Calatrava. Ciudad Real.
-González Lara, José (1992): Santa María. Advocaciones marianas de la provincia de Ciudad Real. Madrid.
-López López, M. Cristina (2013): “Primeras manifestaciones del culto mariano conservadas en la provincia de Ciudad Real”, en Cuadernos de Estudios Manchegos, 38; pp 223-238
-Torres Jiménez, Mª R. (2002): Formas de organización y práctica religiosa en Castilla La Nueva. Siglos XIII-XVI. Tesis inédita
-VVAA (1994): Guía para visitar los santuarios marianos de Castilla La-Mancha. Ed. Encuentro, Ciudad Real.