Historia de Agudo

Historia de Agudo (Ciudad Real)
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viernes, 12 de diciembre de 2014

El sitio del Orejudo y la Tenería de Agudo

El Orejudo es uno de los rincones más bellos y singulares que tenemos en Agudo, comenzaremos esta historia situándonos en el pilar de arriba, el depósito de agua y la fuente vieja.


Es uno de los topónimos más antiguos y casi siempre aparece asociado con la fuente. La referencia documentada más antigua que he encontrado data de 1558. Aparece en el testamento de Francisco Camacho, en la relación de sus bienes cita: "una viña en el valle del Orejudo linde con otra viña de Juan Martín de Arroba".

Es muy posible que el origen de Agudo tuviera lugar a partir de aquí, junto al manantial de agua. Por tanto, es lógico que surgieran aquí las fuentes mas antiguas que suministraban agua al pueblo. Una de las fuentes llevaba el agua directamente a la casa Palacio de la Encomienda Mayor, pero se perdió en tiempos del comendador mayor Padilla (ver Reparos de la encomienda mayor en Agudo, 1550).

Había dos fuentes, cruciales para la vida en el pueblo. Los administradores de la Encomienda Mayor y los alcaldes tenían entre sus funciones mantenerlas. Así aparece reflejado en varios documentos, como, por ejemplo, los gastos de mantenimiento que cobró el albañil Juan de Fuentes en 1619 y 1620, en las fuentes de las Guardas y la del Orejudo.

La fuente de las Guardas fue cedida en 1574 por el comendador Mayor don Fadrique de Toledo, Duque de Alba,  al concejo de Agudo. Con su agua se construyó una alberca en el egido de San Juan.

Cuando salía un administrador de la Encomienda Mayor y entraba otro nuevo, se producía lo que se llamaba un "juicio de Residencia". Aquí, se evaluaban todos los bienes que había recibido el administrador saliente y el estado en que los dejaba. En 1633, el administrador saliente don Juan de Castro es acusado por el nuevo Gobernador don Rodrigo Ordóñez de haber descuidado las fuentes:

"A la veinte y cuatro pregunta dijo que dos fuentes que tiene en la villa que son muy buenas y de a donde se gobierna todo este lugar, no ha tenido cuidado de conservarlas ni repararlas el dicho Don Juan de Castro ni la Justicia y regimiento de esta villa y están muy deterioradas por su descuido, de tal forma que han llegado a no tener agua por cuya causa ha venido daño a la república y por el mismo descuido ha faltado el agua en los lavaderos de la ropa blanca y ha sido inconveniente por ser forzoso y las mujeres a lavar en otras partes no a propósito y esto lo sabe por que ha visto y es notorio"

La gestión de los recursos hídricos irá transformando el paisaje. A lo largo de los años, se irán sucediendo en este paraje viñas de primera calidad, huertas, árboles frutales, acequias, aljibes, pilares, albercas y lavaderos. También aparecen ciertas actividades industriales como dos hornos para cocer teja y una tenería.

En este mapa topográfico de 1887, aparecen dos depósitos de agua para el abastecimiento del pueblo: el depósito de aguas del caño y el depósito de aguas de la Fuente, en el Orejudo.

Detalle mapa topográfico de 1887 - Agudo
También corresponden a esta vertiente otros arroyos, como son: arroyo del Fresno, arroyo del Guijo, arroyo de las Campanas, arroyo de Valciego , y el arroyo y la fuente del Chorrillo.


Depósito del Orejudo
En el interesante plano urbano de Agudo de 1885 (que pondré próximamente en otra entrada), aparece como era esta zona entonces. Vemos la disposición del Lavadero (hoy desaparecido), el Pilar y la Fuente.
Agudo - Detalle del plano urbano 1885

Tejeras

Sabemos que a mediados del siglo XVIII existieron en este paraje dos hornos para cocer tejas.  En la Visita de 1742, se hace una descripción de la Iglesia de San Benito Abad de sus posesiones y sus ornamentos. La Iglesia parroquial era propietaria de una Tejera o horno para cocer tejas junto a la fuente del Orejudo. La Iglesia percibía el diezmo de lo que se fabricaba y se encarga de los reparos necesarios. Según el Catastro de la Ensenada, le rentaba cada año 30 reales de vellón. 

También en el Catastro de Ensenada aparece en el mismo sitio otro Horno para cocer tejas propiedad de la Ermita de Ntra. Sra. Virgen de la Estrella.

El trabajo en estos hornos era manual y artesano. La arcilla necesaria se obtenía casi con total seguridad de los muy cercanos "Barreros" (de barro). Esta arcilla pasaba por un proceso de tamizado para separar las piedras y luego se vertía en un depósito de agua, donde los trabajadores amasaban el barro con los pies hasta lograr la consistencia deseada.  Esta arcilla se volcaba en unos moldes y, al cabo de unos días, las tejas se metían en el horno para su cocción. Estos hornos posiblemente desaparecieron a lo largo del siglo XIX.

Tenería

El catastro de Ensenada de 1752, recoge la existencia de una tenería en Agudo. Su propietario era Manuel Urbina, de profesión zapatero.

La tenería era el lugar donde se preparaban y curtían las pieles. El curtido es el proceso para convertir una piel en un cuero duradero. Los curtidores preparaban las pieles y los zurradores se encargan de adobarlas y golpearlas para conseguir su elasticidad. Las pieles podían ser:  vacaríes (cuero de vaca), el cordobán (piel del macho cabrío o de cabra) o la badana (piel curtida de carnero u oveja). Por último, los zapateros, silleros, guanteros, albarderos y pellejeros se encargaban de la transformación y uso en zapatos, odres, botas ...

Agudo - Catastro Ensenada 1752 - Oficios y sus salarios 

Oficio
Personas Ganancia diaria reales Total en Reales de Vellón





Carpinteros
3 4,17 20.430
Albañiles Maestros 3 6 30.240

Y Oficiales 2 3 10.080
Herreros
2 5,17 10.980
Labradores
160 2 570.600

Hijos 12 1,25 30.780

Ayudantes 6 1,17 10.620

Zagales 35 1 60.300
Sastres Maestros 3 4 20.160

Y Oficiales 3 2,17 10.350
Herradores Maestros 2 4,17 10.620
Barberos
1 1 180
Jornaleros
47 4 220.960
Zapateros Maestros 1 4,17 30.210
Zapateros de Viejo
1 2,17 10.800
Curtidor
1 5,17 990
Arriero
1 6,17 10.170
Cerero
1 4,17 810
Albardero
1 4,17 810
Cortador
1 4,4 741






Total 292
1.190.161
Molineros
7 6 10.558

En esta tabla podemos ver los salarios de 1752 en Agudo. Vemos que el curtidor ganaba diariamente 5,17 reales, el albardero 4,17 reales y el maestro zapatero 4,17. 

El proceso tradicional del curtido constaba de varias fases. Primero, se sumergían las pieles en los pelambres (la tenería de Agudo tenía 6 pelambres), con una mezcla de agua y cal, para reblandecerlas y para eliminar los restos de grasa y carne. Luego, tras varios baños con agua limpia, se volvían a descarnar y eliminar los pelos, utilizando unos cuchillos curvos. Una vez listas las pieles, comenzaba su curtido. Se les daba un baño con un elemento vegetal, el zumaque. El zumaque es una planta que contiene taninos, imprescindible para el curtido. Tras estos trabajos, los cueros ya estaban listos.

La ganadería de Agudo proporcionaba la materia prima de las pieles; la necesidad de abundante agua para los lavados estaba cubierta por la cercanía del manantial y la cal posiblemente vendría de Garlitos. En cuanto al zumaque, se sembró en dos zumacales situados en los Poyales. Uno pertenecía a la obra Pía de Catalina Martín de Cuenca y el otro zumacal de tres celemines, de Juan de los Ríos. Había unas veinte cuerdas de tierra sembrada de zumaque, en distintos rodales, de las que se obtenían unas veinte arrobas de zumaque.

Zumacal (fuente Wikipedia)
La tenería de Agudo también contaba con un molino de zumaque, mediante una gran piedra se molían las hojas del zumaque y se extraía el zumo. Mi madre recuerda haber visto esta piedra y cree que se estuvo utilizando hasta el primer tercio del siglo XX.

Todos los procesos de lavado, apelambrado, descarnado, maceración y curtido originaban un mal olor que recoge el malestar de los vecinos en numerosas poblaciones. Por ello, las tenerías se solían situar en las afueras de las poblaciones, donde abundaba el agua y, además, necesitaban un arroyo donde poder hacer el vertido de estos restos orgánicos.

Calleja del Orejudo
Actualmente, es muy gratificante dar un paseo por sus cuidados caminos y de paso admirar la naturaleza que nos regala un paisaje espectacular.



Fuentes:

- AHN. OOMM. Archivo Histórico de Toledo, leg. 44.946, Reparos de las Posesiones de la Encomienda Mayor en Agudo, 1550.
- AHN. OOMM leg. 44089.
- AHN. OOMM, leg 34634.
- Mapa topográfico Agudo 1887
- Plano Urbano Agudo 1885
- Catastro Ensenada, Agudo 1752.
- AHN, Autos describiendo la Iglesia, posesiones, ornamentos, estado y reparaciones necesarias. 1742.  Publicado en la revista "Agudo Taurino", num. 27, marzo de 1996, editada por Pedro Jiménez Mansilla. Documento facilitado por Miguel Fernando Gómez Vozmediano.

martes, 2 de diciembre de 2014

Nuevos datos sobre la imagen antigua de Nuestra Señora de la Estrella

Isabel Cabrera me ha enviado el siguiente artículo que incluyo a continuación.
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Por Isabel Cabrera

 En el escrito sobre el texto de la “I Exposición Itinerante sobre Fotografías de Vírgenes de la Estrella” se solicitó la colaboración de la gente a fin de incrementar o mejorar los datos que se habían logrado reunir sobre la más antigua virgen de la Estrella. En unas pocas semanas han puesto a mi disposición dos nuevos documentos que considero justo compartir con todos.

El primero es una fotografía de la imagen que se corresponde con la estampa ya mostrada, aunque ahora la calidad es bastante mejor. 

Imagen antigua de la Virgen de la Estrella - Agudo (Ciudad Real)

Imagen antigua de la Virgen Estrella  - Detalle del Busto

El segundo es un estadal de la misma imagen. Un estadal es una cinta con la medida de la imagen de la virgen o una parte de ella, que ha estado en contacto con ella y que conlleva unos efectos parecidos a los de una medalla, reliquia, etc. para los creyentes. Hasta donde yo conozco, en algunos casos la medida se corresponde con la cinta y en otros con la inscripción que contiene.




En el caso que nos ocupa creo que la medida se refleja en la inscripción porque han tenido especial cuidado en ubicar la figura de la virgen en el centro, aun cuando las dos partes en que se divide no son simétricas. La parte de la derecha remata con una cartela que contiene el texto que se venera en su ermita en la villa de Agudo. La cartela ocupa más espacio que los elementos florales con los que se cierra el lado izquierdo por lo que las dobles filas de óvalos que delimitan el texto principal –Medida de Nuestra Señora de la Estrella– no presentan la misma longitud, dando la impresión de que han tenido que ajustarse a unas dimensiones determinadas aún cuando sobra cinta por ambos extremos. La longitud del área impresa es de 36,5 cm.